Un tribunal de París condenó este martes a Mimi Marchand, la reina de la prensa rosa en Francia, a una pena de 18 meses de prisión en suspenso por chantajear a una conocida presentadora de televisión.
Marchand, otrora cercana al presidente Emmanuel Macron y a su esposa Brigitte, también está imputada en otro caso sobre la presunta financiación ilegal de la campaña del expresidente Nicolas Sarkozy con dinero de Libia.
Los hechos juzgados remontan a febrero de 2020, cuando la mujer de 78 años dijo a la presentadora Karine Le Marchand que había pagado a un fotógrafo desconocido para bloquear la publicación de imágenes de su hija saliendo de comisaría.
La presentadora reembolsó a Marchand 1.600 euros (1.884 dólares), pero durante el juicio, la reina de la prensa rosa dijo que había mentido: las fotos fueron tomadas por uno de los fotógrafos de su propia agencia BestImage.
La acusada utilizó su «agenda de contactos para conseguir favores por cualquier medio, mostrando desprecio por las víctimas y un cierto nivel de mezquindad», subraya la sentencia.
El tribunal penal de París dijo que Le Marchand se sentía «en deuda» con la mujer, quien le hizo creer que existía un riesgo de publicación de las imágenes, pero en realidad era inviable porque su hija era menor de edad en ese momento.
Por estos hechos, la justicia la condenó a 18 meses de prisión en suspenso y a 25.000 euros (29.450 dólares) de multa. La pena impuesta es superior a la solicitada por la fiscalía. Su abogada anunció que recurrirá.
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Antes de sus actuales problemas judiciales, Mimi Marchand era una mujer en la sombra del palacio presidencial, donde su trabajo nunca ha estado claro, entre comunicación y fotoperiodismo.
Mecánica, dueña de clubes nocturnos, amiga de policías, delincuentes… Su diversa trayectoria profesional le permitió tejer durante años amistades que ha explotado perfectamente en la prensa rosa a partir de los años 90.
Pero también la llevaron a la cárcel. En la década de 1980, estuvo en prisión preventiva por su relación con un hombre acusado del mayor atraco en Francia. En 1998, fue condenada a prisión en suspenso por tráfico de cánnabis.
