En el programa Almuerzo de Negocios, la asesora inmobiliaria Maciel Martínez abordó temas fundamentales sobre la compraventa de inmuebles, la nueva ley de alquileres aún en discusión y los aspectos técnicos y legales que todo comprador de solares debe conocer.
La nueva ley de alquileres: ¿En qué estamos?
Maciel comenzó aclarando un punto vital: la nueva ley de alquileres no ha sido aprobada aún, aunque se encuentra en discusión y ha generado debate en diversos sectores. Actualmente, siguen vigentes las reglas tradicionales: dos depósitos y un mes por adelantado, depositados en el Banco Agrícola.
Uno de los puntos más controversiales del proyecto es el tema de los desalojos. Según el borrador actual, un propietario podría enfrentar de 3 a 5 años de prisión si realiza un desalojo sin seguir el proceso legal establecido. Esto ha causado alarma, y asociaciones como la AEI (Asociación de Agentes y Asesores Inmobiliarios) han manifestado que la penalización es desproporcionada.
“Una ley bien hecha da seguridad jurídica y estructura”, dijo Martínez, aunque insistió en que se deben revisar ciertos aspectos para evitar vulnerar los derechos de los propietarios y de los asesores inmobiliarios, a quienes la legislación también podría dejar en una posición desventajosa.
El papel del asesor inmobiliario: más allá de mostrar propiedades
Maciel aprovechó para defender el rol del asesor inmobiliario. Explicó que muchos propietarios no valoran la labor que hacen estos profesionales y piensan que pueden vender sin ayuda. Sin embargo, advirtió que sin una debida depuración legal, técnica y financiera, los problemas pueden aparecer después… y ahí es cuando buscan al asesor.
“El asesor es como el médico: no puedes operarte tú mismo. Se necesita objetividad y conocimiento técnico para cerrar una transacción segura”, afirmó.
Comprar solares: deslinde, subdivisión y uso de suelo
En la segunda parte del programa, Martínez se enfocó en un tema poco discutido pero de alta importancia: la compra de solares y el proceso legal que conlleva.
Lo primero que debe conocer un comprador es la existencia del título matriz, que es el documento original del terreno completo. A partir de ahí, se deben hacer dos procesos clave:
- Deslinde: separa un terreno del título matriz, lo individualiza y lo georreferencia.
- Subdivisión: divide formalmente ese terreno en lotes con metrajes específicos.
Ambos procesos requieren de un agrimensor autorizado, y es fundamental que el comprador exija ver documentación que respalde cada paso, como el contrato de compra, el pago de impuestos en la DGI, y si es posible, una copia del deslinde ya aprobado.
También es necesario conocer el uso de suelo del terreno, lo cual se verifica a través del ayuntamiento y Planeamiento Urbano. “No todos los terrenos pueden usarse para lo mismo. No puedes construir un edificio de 10 pisos en un sector residencial donde sólo se permiten dos niveles”, explicó Martínez.
Casos reales: ¿Y si te estás metiendo en el terreno del vecino?
Maciel relató un caso personal donde, por no haber hecho un deslinde al momento de la compra, su familia terminó tomando 25 metros del terreno vecino… algo que se descubrió 30 años después cuando el nuevo dueño quiso construir. Situaciones como esta pueden evitarse con una simple medición técnica.
¿Cómo debe entregarse un solar?
Según Maciel, un solar debe entregarse limpio, sin cachivaches ni vehículos abandonados. Y aunque no se construya de inmediato, es recomendable mantenerlo cercado, cuidado y vigilado, sobre todo si se vive fuera del país. “Hasta chivos pueden aparecer en solares abandonados”, comentó entre risas.
También hizo una advertencia importante: si en tu solar ocurre algún hecho delictivo o un accidente, podrías ser responsable legal, por lo que es vital mantener el control sobre la propiedad.
Recomendaciones finales
- Siempre asesórate con un abogado inmobiliario y un agrimensor de confianza.
- Verifica títulos, deslindes y subdivisiones.
- Consulta el uso de suelo antes de comprar.
- No te dejes llevar por lo “económico” si vas a invertir millones.
- Y sobre todo, cuida tu propiedad, aunque no vivas en ella.