Puerto Plata atraviesa una situación crítica en cuanto a sus principales atractivos turísticos: el anfiteatro local se encuentra en evidente deterioro, mientras que el célebre teleférico permanece inoperativo desde hace más de un año.
Deterioro del anfiteatro
Según denuncias recientes de usuarios y vinculados a la cultura, el anfiteatro de Puerto Plata muestra signos claros de abandono: grietas, filtraciones, instalaciones eléctricas obsoletas y falta de mantenimiento en el escenario y graderías. Se alerta que, de no intervenir a tiempo, se compromete la seguridad de los espectáculos y visitantes. Artistas locales han expresado su frustración ante la falta de inversión y atención de las autoridades.
Teleférico de Puerto Plata fuera de servicio
El Teleférico de Puerto Plata, que conecta con la Loma Isabel de Torres y representa un ícono del turismo dominicano desde su construcción en la década de 1970, fue cerrado el 7 de junio de 2024 por recomendaciones técnicas tras una avería que dejó atrapados a varios pasajeros.
A más de un año del cierre, la estructura permanece paralizada y sin una fecha oficial de reapertura. Aunque se ha hablado de una modernización con una inversión superior a los 20 millones de dólares, hasta el momento no hay señales claras de avance ni obras en ejecución. La senadora de la provincia ha llamado la atención sobre el tema, y comerciantes de la zona han protestado exigiendo una solución inmediata.
Algunos sectores han denunciado que el cierre del teleférico se basó en informes inconsistentes y que detrás de la decisión existen intereses particulares que han perjudicado a cientos de trabajadores que dependen directamente del turismo en la zona.
Impacto económico y social
El cierre del teleférico ha golpeado duramente a la economía local. Más de 300 familias dependen directamente de su operación, incluyendo taxistas, operadores de tours, guías, artesanos y vendedores ambulantes. Muchos se enfrentan a una crisis sin precedentes: deudas, desalojos e imposibilidad para cubrir necesidades básicas.
Por su parte, el deterioro del anfiteatro limita la oferta cultural de la provincia, reduciendo las oportunidades de artistas locales y afectando el calendario de eventos que solían dinamizar el turismo interno.
Un doble vacío turístico
En resumen: Puerto Plata se encuentra sin dos de sus principales atractivos. El teleférico, símbolo de la ciudad y punto clave en la experiencia turística, sigue cerrado sin claridad sobre su futuro. Y el anfiteatro, espacio vital para el arte y el entretenimiento, está cada vez más cerca de quedar inhabilitado.
Urgencia de acción
- Las autoridades deben presentar con urgencia un plan de intervención para rescatar el anfiteatro.
- Se necesita transparencia y rapidez en el proceso de rehabilitación o reconstrucción del teleférico.
- Es imprescindible escuchar a los sectores afectados y diseñar soluciones que reactiven la economía local de manera inmediata.
Puerto Plata no puede seguir esperando. Sin teleférico ni anfiteatro, la ciudad pierde vida, oportunidades y esperanza.