Producción que desborda color y movimiento danzario exquisito, vestuario de época confeccionado con criterio de arte y tiempo, escenografía que consagra el uso creativo de la inteligencia artificial y notables caracterizaciones teatrales a cargo de talentos de casi tres generaciones
El musical, como ya se ha establecido, es la disciplina escénica más compleja entre todos los géneros teatrales.
Se trata de una exigente modalidad artística que compromete a sus intérpretes en tres niveles simultáneos: actuación, canto y coreografía. Estos deben ejecutar movimientos firmes y armónicos, muchas veces en grandes masas coreográficas, generalmente enmarcadas en elaboradas escenografías y efectos especiales visualmente demandantes.
A esto se suma una prolongada temporada de ensayos bajo la guía de directores teatrales, vocales y de danza, quienes –en la práctica– suelen ser pequeños y temibles tiranos erísticos, que exigen más de lo que sus piezas humanas pueden dar.
Para un país como el nuestro, realizar todo ese despliegue técnico y artístico para ofrecer, en el mejor de los casos, seis funciones en dos fines de semana, representa un esfuerzo que no compensa los meses de preparación, ni las arduas labores de búsqueda de patrocinios y apoyos (no siempre exitosos).
El musical es sinónimo de heroísmo artístico y empresarial. Por todo esto, hay que aplaudir a quienes mantienen vivo el entusiasmo de seguir validando el género, asumiendo riesgos, tensiones, y las inestabilidades emocionales y financieras que conlleva su producción.
En lo que va de año, además de Hello, ¡Dolly!, hemos visto ¡Peter Pan! El Musical, en mayo pasado en la Sala Principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, y a principios de julio, Celia, el musical. Estos dos últimos no los pudimos ver, ya que no recibimos invitación, lo cual –imaginamos– se debe a que los encargados de relaciones públicas son nuevos talentos de la comunicación que aún no conocen a quiénes convocar para garantizar que quede en los medios un registro formal, más allá de los videítos y contenidos “express” en redes sociales, esos que difícilmente serán tomados en cuenta por la historia del arte escénico.
Un gran espectáculo
Hello, Dolly!, con sus casi tres horas de duración, es un espectáculo lleno de color, con un vestuario de época exquisito, una escenografía que consagra el uso de la inteligencia artificial combinada con notables estructuras físicas, geniales caracterizaciones teatrales a cargo de intérpretes de casi tres generaciones y una sólida base musical filarmónica, bajo la dirección del maestro Dante Cucurullo.
Todo esto bajo la concepción de Carlos Espinal, cuya trayectoria como creativo director teatral a veces ignoramos.
Cecilia García da continuidad a una persistente presencia en el género musical, iniciada en 1988 con Evita, y que ha seguido sucesivamente con Víctor Victoria (2005), El beso de la mujer araña, Les Misérables (participación especial), Blanca Nieves (participación especial, 2011), Master Class – donde interpretó a María Callas a partir del libreto de Terrence McNally, bajo la dirección de Carlos Espinal (2012), El final del arcoíris (2017–2018), en que encarnó a Judy Garland, y La Cenicienta (abril de 2023).
Como Dolly Levi, Cecilia logra inspirarnos, apoyada en la potencia y tersura de su voz, su experiencia actoral y su carisma escénico, llenando el escenario con su rica trayectoria. Su voz resulta tanto admirable como familiar, dentro del marco de una producción internacional de sabor caribeño.
Marcos Malespín-Estévez, arquitecto y fotógrafo con reconocida trayectoria en escenografía y dirección artística para teatro musical y televisión (Hotel Burlesque, La jaula de las locas, La Cenicienta: El Musical y Mamma Mia!), logra —a nuestro modo de ver— su mejor experiencia hasta ahora. Disciplinado y exigente, debe sentirse satisfecho.
Del personal actoral de soporte, sobresale Carlos Alfredo, con la mejor de sus actuaciones en un musical de primer nivel, por su caracterización de una persona envejecida (éxito de maquillaje y vestuario); Javier Grullón, quien desde sus primeras actuaciones proyectaba que llevaría a nuevos niveles su herencia paterna, lo cual ha logrado con talento teatral, vocal y dancístico.
Es notable el aporte artístico al resultado final de Laura Rivera, exquisita; Axel Mansilla, brillante en cada pase, en cada parlamento; y en ese mismo nivel, Carolina Jiménez, Roger Manzano, Paula Ferry, Miguel Lendor y Luz García.
Fotos suministradas por la producción, versión RD Hello Dolly!
Sobre el musical
Hello, Dolly! no es cualquier musical internacional. Es una comedia musical basada en la obra La casamentera (The Matchmaker) de Thornton Wilder, con música y letras de Jerry Herman y libreto de Michael Stewart, estrenado en 1964. Representa la edad dorada del género Broadway, con su estructura tradicional de números musicales integrados, comedia, romance y grandes escenas de conjunto. Ha llegado incluso a integrarse al canon cultural musical de Norteamérica, especialmente por su influencia en el jazz, el pop y el teatro musical.
El personaje principal, Dolly Levi, ha sido interpretado por figuras como Carol Channing, Barbra Streisand, Bette Midler y Bernadette Peters. El musical ganó en 1964 diez premios Tony, incluyendo Mejor Musical, un récord en su momento, y despertó el interés de la comunidad norteamericana por el género. Su estreno en los años 60 contribuyó a revitalizar el entusiasmo por los grandes musicales tradicionales en un período de cambio cultural en Estados Unidos.
Sinopsis
Dolly Levi, viuda, independiente, emprendedora, casamentera y feminista adelantada a su tiempo, busca encontrar el amor y la felicidad tanto para sí misma como para otras mujeres.

Ficha técnica
Título: ¡Hello, Dolly!
Género: Comedia musical
Música y letras: Jerry Herman
Libreto: Michael Stewart
Basado en: La obra de teatro The Matchmaker, de Thornton Wilder
Ambientación: Nueva York, finales del siglo XIX
Director general: Carlos Espinal
País de montaje: República Dominicana
Año de montaje: 2025
Escenario: Sala Carlos Piantini, Teatro Nacional
Director musical: Dante Cucurullo
Directora vocal: Paola González
Coreografía: Alina Abreu
Escenografía: Ángela Bernal
Elenco: Cecilia García, Javier Grullón, Carlos Alfredo Fatule, Laura Rivera, Axel Mansilla, Carolina Jiménez, Roger Manzano, Paula Ferry, Miguel Lendor, Luz García.