Las remesas familiares en Centroamérica crecieron en torno al 20% en el primer semestre de 2025, según datos oficiales, alza atribuida por expertos al temor de los migrantes en Estados Unidos a ser deportados.
En Estados Unidos viven millones de centroamericanos, buena parte de ellos con estatus irregular, quienes envían remesas que son un pilar para sus familias y para las economías de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, pues equivalen a casi una cuarta parte del PIB nacional.
En Guatemala, las remesas sumaron 12.127,7 millones de dólares en los primeros seis meses del año, un aumento del 18,1% comparado con el mismo periodo de 2024, según el banco central.
Por su lado, El Salvador recibió 4.837,7 millones de dólares, de acuerdo con el Banco Central de Reserva, 17,9% más que en la primera mitad del año pasado.
Honduras registró un incremento del 25%, con remesas por 5.799,7 millones, según su banco central.
Nicaragua no ha publicado todavía información del primer semestre, pero recibió entre enero y abril 1.943,3 millones de dólares, 22,2% más que en el mismo lapso de 2024.
La mayor parte de las remesas llegan a estos cuatro países desde Estados Unidos.
El presidente Donald Trump impuso tras su regreso a la Casa Blanca en enero una dura política contra los migrantes. Miles han sido deportados y otros han optado por marcharse de Estados Unidos por temor a ser detenidos y expulsados.
Cuando los migrantes «perciben que hay una alta probabilidad de deportación, como está justamente sucediendo ahora, lo que hacen es tratar de enviar el dinero en efectivo que no está bancarizado lo más pronto posible a sus familiares», dijo a la AFP el analista guatemalteco Jahir Dabroy.
Eso tiende «a disparar el número de las remesas que se reciben», añadió el experto de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
César Castillo, director del Observatorio de Migraciones Internacionales de Honduras (OMIH), también expresó que el aumento de las remesas «obedece al temor» a las deportaciones.
«Lo que están haciendo es enviar el dinerito por si los mandan para acá», indicó a la AFP.
Costa Rica, Panamá y Belice tienen pocos emigrados.