Madrid.- La Policía española ha desarticulado una de las células más activas y violentas de la banda juvenil Dominicana Don’t Play (DDP) en Madrid, en una operación en la que han sido detenidas una vez personas , de las que diez cumplen ya prisión preventiva.
La investigación comenzó el pasado mes de enero tras una agresión a un joven que no guarda ninguna relación con este tipo de bandas, pero que se encontraba en una calle dominada por la banda rival de los Trinitarios en el distrito madrileño de Usera (sur).
La brutal agresión le provocó lesiones medulares de carácter irreversible, recordó este lunes la Policía.
Tras meses de investigación, entre el 8 y 9 de julio los agentes efectuaron nueve registros en inmuebles, donde intervinieron un subfusil de asalto y un revólver, ambos de imitación, munición, armas blancas, multitud de dispositivos electrónicos, simbología y textos de los DDP y un vehículo utilizado en los hechos investigados.
Los diez encarcelados provisionalmente, pertenecientes al Coro de los 4 Chorros de DDP, están acusados de tentativa de asesinato, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.
Según la inspectora jefa responsable de la investigación, los miembros de esta banda salieron una noche de enero «a la caza» de uno de los miembros de la banda rival de los Trinitarios como venganza por una agresión anterior, en la que resultaron heridos por arma de fuego cinco miembros de esta célula de los DDP.
Aquel día, al no localizar a ningún miembro de los Trinitarios en Madrid capital ni localidades cercanas, atacaron a otro joven sin ninguna relación, que se encontraba en la calle esperando a una amiga. Actualmente sigue hospitalizado debido a las graves lesiones medulares.
La Policía española considera que esta operación ha sido «un duro golpe » para esta banda juvenil, que tenía el dominio de la zona de Carabanchel (sur de Madrid) porque se creían «impunes», pues la víctima de la agresión no conocía a ninguno de los atacantes.
Entre los detenidos, hay varios jefes de esta banda que eran quienes organizaban y ordenaban las agresiones. Aunque siguen quedando en libertad algunas personas vinculadas a los DDP, «no tienen capacidad de revivir el capítulo y están siendo vigilados», según la Policía.