VERÓN, PUNTA CANA. Dionicio López, regidor y presidente del Consejo de Regidores del Distrito Turístico Verón-Punta Cana, alertó sobre el caos generado por «brujos haitianos» que realizan rituales satánicos en plena comunidad, generando ruido extremo, violencia y zozobra entre los residentes. En declaraciones a medios locales, López denunció que estos grupos «arrebatan la paz» con actividades que incluyen sacrificios animales, supuestas violaciones y amenazas con machetes.
«La comunidad lleva 5 años sin dormir», afirmó López, describiendo altares de brujería equipados con sistemas de sonido «más potentes que una discoteca» que operan las 24 horas. Según testimonios recogidos, en el sector Verón 3 —donde los haitianos superan en número a los dominicanos— se escuchan gritos durante rituales donde «queman animales vivos» y realizan «ritos satánicos», incluso en días conmemorativos como el Día de los Padres.
Starlin Rosa, presidente de la junta de vecinos, corroboró la gravedad: «Sacrifican animales, contaminan sónicamente y han habido manos cercenadas en peleas. Salen a la calle con machetes, cierran vías y amenazan a dominicanos». Rosa insistió en que no se trata de libertad de culto, sino de desórdenes públicos que incluyen acusaciones de violaciones a menores durante los rituales.
Ambos líderes advirtieron un inminente enfrentamiento racial. «Anoche la comunidad se armó; si no intervengo, hubiera habido una matanza entre dominicanos y haitianos», reveló López. Criticaron la inacción policial y migratoria: aunque autoridades retiraron equipos de sonido en una ocasión, fueron devueltos. «Sentimos que tienen apoyo de alguien», sospechó Rosa.
López exigió al director de Migración, Farides, y al gobierno central actuar con la misma «efusividad» mostrada en operativos contra ruidos en Santo Domingo: «Verón es el principal destino turístico del Caribe, pero las autoridades nos abandonan». Reveló que haitianos ilegales controlan el 95% del transporte en motoconcho y colmados, intimidando a dominicanos que «se sienten inferiores en su propio país».
El llamado es urgente: «Si no actúan, habrá derramamiento de sangre. ¡No traicionen a su gente!», concluyó López, pidiendo la intervención personal del presidente de la República. Mientras, vecinos afectados por la «arabalización» y el éxodo de inquilinos advierten: «Tomaremos justicia por mano propia».