La calificadora de riesgo Moody’s Ratings (Moody’s) elevó hoy la calificación crediticia de largo plazo del Gobierno de la República Dominicana en moneda local y extranjera de Ba3 a Ba2, cambiando su perspectiva de positiva a estable.
El ascenso refleja el crecimiento económico sostenido y la diversificación productiva del país, factores que han fortalecido los niveles de ingreso y la solidez macroeconómica. Moody’s destacó, además, las mejoras en la calidad institucional, los marcos de política pública, la estabilidad política y la cohesión social, lo que incrementa la resiliencia del país ante shocks externos.
La posición externa también ha mejorado, respaldada por flujos robustos de inversión extranjera directa, turismo y remesas, que reducen la vulnerabilidad a riesgos globales. Sin embargo, la perspectiva estable equilibra estos avances con desafíos fiscales estructurales, como una base tributaria estrecha, baja capacidad de pago de deuda y alta exposición a endeudamiento en dólares.
Claves de la mejora
Crecimiento histórico: En los últimos 15 años, el país ha registrado un promedio de 5% de crecimiento anual, con aumento del PIB per cápita, impulsado por reformas estructurales y diversificación económica.
Turismo e inversión: El sector turístico sigue siendo un motor dinámico, atrayendo capital local y extranjero, con expectativas de expansión en valor y destinos.
Fortalecimiento institucional: Reformas constitucionales, administrativas y la Ley de Responsabilidad Fiscal (2023) han mejorado la transparencia y eficiencia del gasto público.
Riesgos pendientes
Aunque se espera que el déficit fiscal se mantenga en 3% del PIB y la deuda se estabilice en 48% del PIB, los ingresos tributarios (16% del PIB) siguen entre los más bajos de la categoría Ba. Además, el 66% de la deuda pública está en moneda extranjera, lo que aumenta la exposición a volatilidad cambiaria.
Moody’s proyecta que, sin reformas tributarias profundas, la capacidad de pago seguirá limitada, manteniendo el rating en Ba2 en el mediano plazo.