
La emblemática Zona Colonial, orgullo histórico y turístico de la capital dominicana, vive hoy una paradoja dolorosa: mientras se invierten millones en su «remodelación y embellecimiento», se ignoran necesidades vitales como el acceso de los servicios de emergencia.
Un video que circula en redes sociales muestra el momento en que un camión de bomberos se ve imposibilitado de avanzar por las estrechas y modificadas calles de la zona.
El vehículo, diseñado para actuar con rapidez en situaciones de incendio, queda atrapado entre los bordillos elevados y las nuevas estructuras urbanas, incapaz de girar o retroceder sin dificultad. La escena genera indignación y preocupación entre ciudadanos que cuestionan si las renovaciones priorizaron la estética sobre la seguridad.
“¿Qué pasaría si un fuego se desata en una de estas casas coloniales, muchas de ellas de madera y de fácil propagación? ¿Tendrían los bomberos que llegar a pie, cargando mangueras y equipos por cuadras enteras?”, se preguntaba un residente de la zona al ver el video.
La remodelación de la Zona Colonial, bajo el proyecto «Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano», ha sido promovida como una modernización necesaria para impulsar el turismo cultural. No obstante, se evidencia una falta de planificación integral que tome en cuenta las emergencias. La prioridad, al parecer, ha sido embellecer sin evaluar las consecuencias prácticas.
Organismos como el Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional han advertido anteriormente sobre la necesidad de participar en el diseño urbano, especialmente en sectores históricos y de alto riesgo estructural. Pero todo indica que sus voces no fueron escuchadas.
Hoy, la Ciudad Colonial luce más bonita para las postales, pero menos funcional para proteger la vida. Una transformación que debió servir al ciudadano, termina aislándolo del auxilio más básico: el de ser rescatado a tiempo.