
Solo le basta hurgar en su memoria y repasar esos días de su niñez, cuando su padre, Ramón Rosario, hombre alegre y divertido, hizo todo tipo de oficios como zapatero y cuidador del cementerio, para dar de comer a 14 hijos. Una vasta prole a la que, junto a su esposa Aura Almonte, se empeñó en hacerla feliz, hasta hacer lo impensable para cumplir sus sueños y convertirla en la exitosa orquesta de Los Hermanos Rosario.
Corrían los años 60 y el país, aún en una inestable democracia transitaba por un lento subdesarrollo que obligaba a muchas familias dominicanas a vivir en la más absoluta pobreza.
La familia de Rafa y sus hermanos era una de tantas, residiendo en Higüey, en una humilde casita, frente a la Basílica Catedral Nuestra Señora de La Altagracia, en la que sus hermanos mayores dejaron su sudor y se ganaron un jornal durante su construcción en los años 1954-1971.
Allí Ramón y Aura les transmitieron la fe a sus hijos. Una tarea que realizaron con fervor, pues todos los días, a las 6:00 de la tarde, tenían que estar todos reunidos para rezar el Santo Rosario. A pesar de la inmisericorde miseria, Rafa cuenta que fueron felices, soñaban con ser artistas, pero, por el momento, solo eran inquietudes de niños que su padre alentó toda su vida.
Para Rafa, salir de la más absoluta miseria, conocer a otros con mucho más talento y convertirse en artistas de una prestigiosa trayectoria (46 años) y exhibiendo una calidad suprema en el merengue, no es más que un milagro concedido por la Virgen de la Altagracia, protectora de la República Dominicana y a la que tantas tardes rezaron en familia.
“Queríamos ser músicos y que la gente nos reconociera, esto fue un milagro, porque hay quienes tienen mucho más talento y nosotros tenemos una gracia divina, y más linda es la gracia que el talento”, comentó en declaraciones a Listín Diario.
La orquesta se conformó con los hermanos más pequeños: Toño, Rafa, Pepe, Aury (que estuvo en sus inicios), Luis, Tony, Rossy y Francis.
Detalla Ynmaculada Cruz Hierro en el Listin Diario, que un momento muy significativo para el artista fue durante el festejo del 50 aniversario de la Basílica de la Altagracia, en donde junto a Niní Cáfarro interpretó la canción “Cuando pases por Higüey”, de Rafael Solano, acompañado por una orquesta conformada por jóvenes y niños de la escuela de música Pepe Rosario.
“Ese fue un momento maravilloso”, dijo por todo el significado que tiene para él y la familia ser parte de esta celebración.
Nunca olvida la frase que siempre acuñó su madre: “Familia que reza unida permanece unida”. Su amor a la Virgen permanece latente y este próximo 23 de septiembre Los Rosario estarán amenizando la fiesta que organiza la iglesia Santa María Madre de Dios, en el club de las Fuerzas Armadas. “Sí, ahí estaremos colaborando con el padre Tomás Vladymir Pérez, amigo nuestro y esperando que toda la feligresía nos apoye”.
Luego agregó: “Todo lo que sea por el bien común estamos dispuestos siempre a colaborar. Nosotros no hablamos con frecuencia de eso, pero en Higüey tenemos 15 años con una escuela de música que lleva el nombre de Pepe Rosario, de donde han salido muchos jóvenes músicos y hemos cambiado vidas”.
en su penthouse
Rafa es un excelente anfitrión. Durante la visita a su penthouse compartimos un exquisito almuerzo con parte de su familia, en el que también estuvo presente su hijo Rafely, su hija Sophy y su hermana mayor, Dionisia.
“Mi hija vive conmigo, me cuida ahora y se encarga de todo lo que necesito”, contó. Sentado a la mesa reflexiona antes de almorzar: “A mí me gusta comer en familia, fue lo que nos enseñaron mis padres y eso quiero dejar a mis descendientes, además que saben bien los alimentos cuando se comparte con la gente que uno ama”.
Rafa Rosario para toda su familia es la bujía que une todas las partes de las decenas de descendientes de doña Aura y don Ramón. “Nosotros nos hemos llevado de viaje a todos nuestros hermanos, así lo hicimos también con papá y mamá, los llevamos a Europa, Estados Unidos y todos los países que ellos quisieron conocer. Yo soy el que me he encargado siempre de que mis hermanos también disfruten del éxito de Los Rosario. Soy el que está más atento a esos detalles, pero siempre con el apoyo de Toño y Luis”.
Explicó que a Dionisia le está renovando el pasaporte para llevarla de paseo, junto a otras 6 hermanas a Colombia. “Ellas quieren ir a Colombia, a Medellín, al igual que a mis padres me he llevado a mis hermanos en crucero, hemos ido de paseo por Europa y Estados Unidos”.
¿Y Toño no se suma a complacer a sus hermanos? Le preguntamos. “Toño es galáctico. Toño vive en otra galaxia y hay que coger un cohete para poder ir a visitarlo”, dice Rafa, quien además no pierde la oportunidad para recordar el amor que también siente por su hermano Toño.
“Nosotros adoramos a Toño, lo bendecimos y reconocemos su valor como artista. Toño nació y estudió para artista, y sabe comportarse como tal en todo momento. Yo soy artista en el escenario, y cuando bajo del escenario soy más vida y corazón”.
Antes de la entrevista Rafa nos mostró toda la casa, en donde se observa una pintura que realizó su hermano Pepe Rosario, fallecido hace 42 años. Con orgullo nos permitió conocer su biblioteca, los autores que le gusta leer, y el libro que recomienda por excelencia es la biblia.
“La biblia es un manual de vida, ahí está todo, es un libro que te enseña el amor, el perdon… te enseñan cómo vivir, incluso como comer y hasta divertirte”, aseguró.