
En tiempos donde la inteligencia artificial se mete en todo, también hay que cuidarse de los vivos. La Asociación Finlandesa de Telemarketing advirtió sobre un nuevo fraude que aprovecha a Gemini, la IA de Gmail.
El truco empieza con un correo que parece normal. Al final del mensaje, los estafadores colocan un código en color blanco, invisible a simple vista, pero que resulta suficiente para activar a la IA.
¿El resultado? Gmail le dice al usuario que su contraseña de Google está comprometida y le da un número de “soporte técnico” que en realidad conecta directo con los estafadores. Ahí viene el engaño: la llamada es de pago y, entre la conversación, pueden sonsacarle datos sensibles a la víctima o guiarla hacia páginas falsas.
Según los expertos, no es un truco nuevo —lleva años usándose en la optimización de buscadores—, pero ahora lo aplican a la inteligencia artificial, haciéndolo más creíble para quien confía en los resúmenes y alertas que esta genera.
En resumen: cuidado con los correos sospechosos y, sobre todo, con los “avisos urgentes” que parecen demasiado perfectos para ser ciertos.