
Estados Unidos impuso este miércoles sanciones a otros cuatro jueces y fiscales de la Corte Penal Internacional (CPI), incluidos de países aliados como Francia y Canadá, en un nuevo esfuerzo por obstaculizar al tribunal.
«El tribunal es una amenaza para la seguridad nacional que ha sido un instrumento de guerra jurídica contra los Estados Unidos y nuestro cercano aliado Israel», dijo el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado.
Rubio afirmó que los cuatro juristas intentaron investigar o procesar a ciudadanos de Estados Unidos o Israel «sin el consentimiento de ninguna de las dos naciones».
Las sanciones alcanzan al juez Nicolas Guillou, de Francia, quien está presidiendo un caso en el que se emitió una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El caso fue presentado por el Estado de Palestina, que no es reconocido por Washington pero, a diferencia de Israel o Estados Unidos, se ha adherido al estatuto que estableció el tribunal en La Haya.
Guillou, un veterano jurista, había trabajado durante varios años en Estados Unidos asistiendo al Departamento de Justicia durante la presidencia de Barack Obama (2009-2017).
También fue sancionada una jueza canadiense, Kimberly Prost, quien participó en un caso que autorizó una investigación sobre presuntos crímenes cometidos durante la guerra en Afganistán, una causa que alcanza a fuerzas estadounidenses.
Estados Unidos prohibirá la entrada de los jueces de la CPI a su territorio y bloqueará cualquier propiedad que posean allí, medidas que son más frecuentes contra adversarios estadounidenses que contra ciudadanos de países aliados cercanos.
Rubio también impuso sanciones a dos fiscales adjuntos: Nazhat Shameem Khan, de Fiji, y Mame Mandiaye Niang, de Senegal.
El Departamento de Estado dijo que los dos fueron castigados por Estados Unidos por apoyar «acciones ilegítimas de la CPI contra Israel», incluyendo el apoyo a las órdenes de arresto contra Netanyahu y el exministro de defensa Yoav Gallant.
La administración Trump rechazó de manera contundente la autoridad de la corte, que cuenta con el respaldo de casi todas las democracias europeas y fue establecida como un tribunal de último recurso cuando los sistemas nacionales no permiten que se haga justicia.
El viernes, Trump dio la bienvenida al presidente ruso Vladimir Putin en Alaska a pesar de que Putin enfrenta una orden de arresto de la CPI, un factor que ha impedido que viaje más ampliamente desde que ordenó la invasión de Ucrania.
Rubio impuso sanciones a otros cuatro jueces de la CPI en junio.