
El Ministerio de Trabajo de la República Dominicana, bajo la dirección del recién designado ministro Eddy Olivares, está evaluando los resultados del plan piloto de reducción de la jornada laboral, implementado en 2024 durante la gestión de Luis Miguel De Camps. La propuesta plantea reducir la carga semanal de 44 a 36 horas, con el objetivo de impulsar la productividad sin afectar el rendimiento de las empresas.
Los resultados del piloto
El plan incluyó a 492 empleados de diferentes organizaciones, quienes vieron reducida su jornada semanal en un 15% en promedio. Los datos obtenidos fueron alentadores:
- Se alcanzaron entre el 91% y 92% de los objetivos empresariales planteados.
- Las metas y estrategias operativas no se vieron afectadas.
- El 96% de los supervisores reportó que no necesitaron más recursos para mantener las funciones habituales.
El seguimiento de este programa se realizó semanalmente y los hallazgos fueron presentados en la Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en 2024.
Productividad y eficiencia
Uno de los principales debates en torno a la reducción de horas laborales es si menos tiempo de trabajo garantiza mayor productividad. Algunos opinan que este tipo de iniciativas revelan cuán eficiente puede ser un trabajador cuando se le da un incentivo, mientras otros consideran que quienes no son productivos en ocho horas difícilmente lo serán en seis.
En cualquier caso, los resultados del piloto evidencian que sí es posible mantener los niveles de eficiencia con menos horas de trabajo, siempre que exista un compromiso real del personal.
Un modelo que sigue tendencias internacionales
Este tipo de iniciativas no es nuevo a nivel mundial. Países como Japón y varias naciones europeas han experimentado con jornadas laborales reducidas, obteniendo resultados positivos en productividad, bienestar laboral y equilibrio entre vida personal y trabajo.
La revisión del piloto por parte del Ministerio de Trabajo abre la puerta a que República Dominicana explore de manera formal la viabilidad de adoptar un modelo de jornada reducida, adaptado a la realidad del sector privado nacional.
En resumen, la discusión sobre una jornada laboral reducida deja en evidencia un punto central: menos horas no necesariamente significan menos productividad. De hecho, el piloto demostró que el país podría dar un paso hacia un modelo más moderno y humano de organización laboral.