
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito autorizó al gobierno de Donald Trump a poner fin de manera inmediata al Estatus de Protección Temporal (TPS) para unos 60 mil inmigrantes de Honduras, Nicaragua y Nepal, sin ofrecer explicación alguna sobre la medida.
La decisión anula temporalmente el fallo de un tribunal inferior que había extendido el beneficio hasta noviembre. Con esto, más de 51 mil hondureños, 3 mil nicaragüenses y 7 mil nepalíes quedarían expuestos a la deportación en las próximas semanas.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) criticó la sentencia, señalando que los jueces actuaron sin justificación y dejando a miles de familias en riesgo de separación. La organización recordó que muchos de los afectados llevan más de dos décadas viviendo legalmente en Estados Unidos, tras recibir el TPS luego del huracán Mitch en 1999.
Desde el Departamento de Seguridad Nacional se insiste en que el programa “siempre fue temporal”. Pero para personas como Jhony Silva, hondureño con TPS, la decisión representa un desarraigo total: “Mi vida entera está aquí; no conozco Honduras desde que era un bebé”.