
El tiempo es algo que todos vivimos, pero pocas veces entendemos en profundidad. Más allá del reloj y el calendario, esconde misterios que todavía fascinan a científicos y filósofos.
1. El tiempo pasa más lento en las alturas
Según la teoría de la relatividad de Einstein, si estás en un rascacielos, tu reloj avanza un poco más rápido que el de alguien en el primer piso. ¡Aunque la diferencia es minúscula, es real!
2. No es igual en todo el planeta
Mientras en algunas culturas el día comienza al amanecer, en otras el tiempo se mide desde la medianoche. Incluso, países como Samoa han cambiado de huso horario para “viajar en el tiempo” y estar en el mismo calendario que sus socios comerciales.
3. La “flecha del tiempo” solo va hacia adelante
Aunque en las ecuaciones de la física el tiempo podría ir hacia atrás, en nuestra realidad siempre avanza. La culpa la tiene la entropía: todo tiende al desorden.
4. Podemos “viajar” al futuro
Los astronautas que pasan meses en el espacio, al regresar, han envejecido unos milisegundos menos que los de la Tierra. Es un pequeño “salto” en el tiempo gracias a la velocidad y la gravedad.
5. No existe un tiempo universal
Los relojes atómicos son precisos, pero ni siquiera ellos marcan lo mismo en todas partes. El tiempo es relativo al lugar donde estés, lo que significa que cada persona, en cierto modo, vive su propio tiempo.