
Un equipo internacional de paleontólogos descubrió en Marruecos al anquilosaurio más antiguo conocido hasta la fecha, con 165 millones de años de antigüedad y el primero hallado en África. La especie, bautizada como Spicomellus, poseía una auténtica “armadura” de espinas óseas que alcanzaban hasta un metro de longitud, convirtiéndolo en un ejemplar único en la historia evolutiva de los dinosaurios.
La expedición, integrada por especialistas británicos, estadounidenses y marroquíes, encontró un esqueleto mucho más completo de lo esperado: el cuerpo entero del dinosaurio estaba recubierto de púas, lo que refuerza su carácter singular. Los resultados fueron publicados en la prestigiosa revista científica Nature.
Un blindaje nunca antes visto
El Spicomellus presentaba una de las armaduras naturales más complejas jamás documentadas:
-
Costillas puntiagudas y espinas que sobresalían de sus caderas.
-
Una cola con forma de arma, reforzada por vértebras en forma de mango.
-
Huesos afilados a lo largo de los costados.
-
Un collar óseo rodeado de púas que sobresalían de ambos lados del cuello, algunas de más de un metro de longitud.
Este hallazgo contradice la visión tradicional de los paleontólogos, quienes creían que las mazas en la cola de los anquilosaurios habían evolucionado mucho más tarde, en el Cretácico Temprano.
Más que defensa: una cuestión de evolución
Los investigadores plantean que esta armadura ornamentada pudo haber cumplido funciones múltiples: no solo como defensa contra depredadores, sino también como elemento de exhibición o de combate en rituales de apareamiento.
El hecho de que especies posteriores desarrollaran armaduras menos extravagantes podría indicar un cambio evolutivo hacia estructuras enfocadas en la protección, en respuesta a nuevas presiones ambientales o de caza.
Un dinosaurio que cambia la historia
La paleontóloga Susannah Maidment, del Museo de Historia Natural de Londres, explicó:
“Cuando nombramos originalmente a Spicomellus, algunos dudaban de que fuera un anquilosaurio. Hoy no solo confirmamos que lo es, sino que además representa una forma mucho más extraña de lo que jamás imaginamos”.
Por su parte, el profesor Richard Butler, de la Universidad de Birmingham, calificó el hallazgo como “increíblemente significativo”:
“El Spicomellus es uno de los dinosaurios más extraños descubiertos hasta ahora, completamente distinto a cualquier otro hallado en cualquier parte del mundo”.
Este descubrimiento no solo amplía el mapa de los dinosaurios acorazados, sino que obliga a reescribir parte de su historia evolutiva. El Spicomellus, con su coraza de espinas y su cola armada, se consolida como un enigma fósil que revoluciona lo que se creía saber sobre la vida en el Jurásico medio.
Fuente de la imagen:Museo de Historia Natural de Londres