
Ginebra, Suiza. Los suicidios representan una muerte de cada cien en el mundo, indicó con preocupación el martes la Organización Mundial de Salud (OMS), que lamenta la insuficiencia de los avances realizados contra una de las principales causas de mortalidad entre los jóvenes.
«El suicidio costó la vida a unas 727.000 personas solo en 2021», declaró Dévora Kestel, jefe del departamento de Salud mental en la OMS, en conferencia de prensa.
En un nuevo informe, la organización subraya que el suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes en todos los países y todos los contextos socio-económicos.
Pese a los esfuerzos desplegados a escala mundial, los avances realizados son muy bajos para que sea alcanzado el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODD, adoptado en 2015) de las Naciones Unidas, que buscaba reducir en un tercio las tasas de suicidio de aquí a 2030.
«Aunque la tendencia actual continúa, la reducción solo será de 12%» en cinco años, precisó Kestel.
A escala mundial, le tasa de suicidio disminuyó 35% entre 2000 y 2021, y siguió estable durante la pandemia de Covid-19 pese a un aumento de los factores de riesgo, según el informe.
Cerca de las tres cuartas partes (73%) de los suicidios se producen en los países de escasos ingresos e intermediarios, donde vive la mayoría de la población mundial.
Los países de ingresos elevados presentan una tasa de suicidio más elevada, pero es difícil establecer comparaciones, pues la producción de datos estadísticos en esos países está más desarrollada que en los países pobres, señala la OMS.
El suicidio sigue siendo una consecuencia dramática de algunos trastornos de salud mental, indica la OMS en un comunicado.
Más de mil millones de personas sufren esos trastornos, los más comunes la ansiedad y depresión, cifra que aumenta más rápido que la población mundial, según la OMS.
La organización se preocupa particularmente por los trastornos mentales en los jóvenes, que sufrieron mucho durante el Covid y están muy expuestos a las redes sociales.
«La transformación de los servicios de salud mental es uno de los retos de salud pública más urgentes», declaró el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en comunicado.
Los trastornos mentales tienen fuertes consecuencias económicas como son los elevados gastos en materia de salud, pero los costos indirectos, en particular la pérdida de productividad, son aun más importantes, según la OMS.
Indica además que solo la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial un billón de dólares anuales.