
En las calles de Dajabón, grupos de niños y adolescentes haitianos, armados con cuchillos, están sembrando el terror cada noche, una situación que, según residentes locales, las autoridades de Migración no han podido controlar.
Lo que inició como una problemática de mendicidad infantil ha escalado a un grave problema de seguridad. En lugar de estar en la escuela o jugando, estos menores, algunos de ellos con armas blancas, intimidan a comerciantes y transeúntes, generando un clima de miedo en la zona.
Manuel Ramón Cruz y otros residentes de la línea noroeste señalan que la situación no es exclusiva de Dajabón, sino que se extiende a otras provincias. Varios comerciantes, que prefirieron no revelar su identidad por seguridad, describen a estos menores como los «dueños de la noche», que se mueven en grupos y actúan sin ser detenidos por las autoridades.
La población local critica la aparente indiferencia de las autoridades de Migración y del cabildo municipal, quienes, según ellos, no han tomado las medidas necesarias para resolver esta crisis. Esta inacción ha generado un sentimiento de vulnerabilidad y desesperanza entre los habitantes de la zona.
Esta situación no solo es un problema de seguridad, sino que también revela una compleja crisis social, donde la infancia de estos niños se ha perdido en un ambiente de violencia y pobreza en la frontera.
«Estamos solos, nadie nos protege», expresó un padre de familia visiblemente angustiado, quien relata que por precaución ya no permite que sus hijos salgan de casa por la noche.