
Inspirado en la reciente disputa entre José Antonio Aybar y el ministro Roberto Ángel Salcedo, surge este hermoso poema.
Robetico… el Ministro
Robetico… el Ministro, con traje y voz altanera,
Teje sombras en despachos, retuerce justicia ligera.
“Secuestró la cuenta”, clama Aybar con voz sincera,
Robetico… el Ministro, ¿mitómano o frontera traicionera?
Entre cuentas y verdades
Robetico… el Ministro, ¿tú retienes la que no es tuya?
Una cuenta operativa que a otro le pertenece, y huyes,
Te escudas tras medios, difamas, tu moral destruyes,
Robetico… el Ministro, con tu poder pretendes que fluyes.
La voz de la experiencia
Aybar, viejo de canas, habla de experiencia y nombre ganado,
32 años de voz, de denuncia, de pueblo representado.
Robetico… el Ministro, no borres lo que el tiempo ha sellado,
No borres con calumnias lo que con honor ha sido logrado.
El cierre de la disputa
Robetico… el Ministro, deja atrás ese teatro de sombras,
Devuelve lo que retienes, los principios que asombras.
Que no triunfe la mentira, ni el abuso en nuestras obras,
Robetico… el Ministro, responde antes que todo se rompa.