
Juan Soto se aproxima a un récord que ningún otro pelotero ha logrado en la historia de las Grandes Ligas: convertirse en el primer jugador que, antes de cumplir 27 años, alcance tres temporadas con al menos 35 jonrones, 100 carreras impulsadas, y 100 bases por bolas.
Una combinación poco vista
La estrella dominicana de los Mets ha demostrado no solo poder ofensivo, sino también un dominio del bate basado en paciencia y disciplina. Esa mezcla le ha permitido mantenerse en márgenes élite no solo de jonrones, sino también de boletos de base, algo que exige tanto fuerza como inteligencia al momento de enfrentar al lanzador.
Hasta ahora, Soto ha cumplido las tres marcas (35+ HR, 100+ CI, 100+ BB) en las campaña de 2023, 2024 y está en camino de sellarlo también en 2025. Este logro lo pondría en un lugar donde solo figuras legendarias se han acercado antes, aunque ninguno con esa consistencia tan temprana.
Legado y comparación histórica
En la lista de jugadores que antes de los 27 años han logrado al menos una temporada con estas estadísticas se encuentran nombres de renombre como Adam Dunn, Troy Glaus, Jim Thome, Frank Thomas y Mike Schmidt. Todos ellos lo hicieron una o dos veces, pero ninguno ha podido repetir la hazaña tres veces antes de esa edad.
Que Juan Soto esté muy cerca de lograr esto habla no solo de su talento, sino de su madurez en el plato. Tiene la capacidad de cambiar turnos al bate, de obligar al rival a respetar sus turnos, pero también de producir cuando tiene lanzamientos para conectar.
¿Por qué importa?
- Porque combina potencia (jonrones) con disciplina (bases por bolas), dos cualidades que suelen estar separadas.
- Porque lo hace con regularidad, lo que le permite escalar en la conversación de quiénes serán los grandes de su generación.
- Porque establece nuevos estándares para lo que se espera de un bateador joven que busca no solo destacar, sino construir un legado duradero.
Panorama 2025
Con apenas 26 años, Soto tiene aún margen de crecimiento. Si logra la hazaña que parece estar muy cerca, su nombre quedará grabado de modo permanente como referente para futuras generaciones. Más allá de los números, la consistencia es lo que verdaderamente le puede permitir aspirar a más grandeza: premios, reconocimientos y, posiblemente, una carrera que lo coloque en el Salón de la Fama, si mantiene salud y rendimiento.