
En medio de una serie de escándalos que han afectado la imagen del gobierno, se ha levantado un llamado urgente al presidente Luis Abinader para que realice una profunda renovación de su gabinete ministerial y de todos los funcionarios con aspiraciones presidenciales. Esta petición, formulada por el analista y activista político Emmanuel Pimentel (Hatueycito), subraya la necesidad de un cambio para revitalizar la administración y restaurar la confianza ciudadana.
El peso del tiempo y la desconexión con la gente
Pimentel, en su columna de opinión publicada este 18 de septiembre de 2025, argumenta que cinco años con los mismos funcionarios han generado un desgaste inevitable, lo que ha llevado a una desconexión entre el gobierno y la sociedad. Afirma que la «soberbia de ministros y directores» ha contribuido a esta percepción negativa.
«Usted ha sido un líder disruptivo y diferente en muchos aspectos», señaló Pimentel, instando a Abinader a no cometer el error de otros mandatarios que, en su segundo período, se resistieron a cambiar sus gabinetes, manteniendo por lealtad a funcionarios que terminaron arrastrando la gestión hacia el cansancio y la inercia.
Renovación como garantía de integridad y confianza
Basándose en el principio del filósofo político Montesquieu, «Cuando el poder se concentra y se perpetúa, corrompe al hombre que lo ejerce», Pimentel sostiene que la renovación constante es fundamental para mantener la integridad y la confianza de la ciudadanía.
El autor de la columna hizo un llamado al presidente a actuar de forma «responsable» y sin dilaciones, removiendo a los funcionarios con mala gestión y dando espacio a nuevos talentos comprometidos. A su juicio, estos nuevos rostros, que apoyaron a Abinader desde el principio, representan una oportunidad para refrescar la imagen del gobierno y fortalecer el apoyo popular que lo ha posicionado como uno de los líderes mejor valorados de América Latina.
Para Pimentel, la inacción podría empañar los logros de la gestión y poner en riesgo el respaldo ciudadano. «Es momento de aire fresco en la administración pública, de apostar por la competencia, la ética y el compromiso con el país», concluyó.