
La Red Socioambiental Nacional denuncia ante el país y la comunidad internacional el crimen ecológico que se comete contra la Laguna de Rincón (o Laguna de Cabral), donde el monopolio hídrico del Consorcio Azucarero Central (CAC), con la complacencia y negligencia del Estado, ha llevado a un proceso de ecocidio sistemático contra uno de los humedales más importantes de la República Dominicana.
La organización señala que la sobreexplotación y desvío de los caños y afluentes que alimentan la laguna, principalmente para irrigar los cañaverales del CAC, han provocado la drástica reducción de los niveles de agua, mortandad masiva de peces, desaparición de aves migratorias y pérdida acelerada de biodiversidad, arruinando además la vida económica de comunidades pesqueras como Cabral y Cristóbal.
Estas comunidades han dependido históricamente de la pesca artesanal en la Laguna de Rincón, reconocida durante décadas como el mayor cuerpo de agua dulce del Caribe insular y fuente de alimento, cultura y economía local. Desde los años 70 y 80, los pobladores han denunciado los efectos devastadores del desvío de ríos y arroyos para beneficio de ingenios azucareros y grandes fincas, luchando una y otra vez contra el acaparamiento del agua. Hoy, esa historia de resistencia se actualiza ante un proceso de destrucción acelerada que amenaza con borrar un ecosistema vital y con condenar al olvido a quienes han vivido de sus aguas.
“Estamos frente a un crimen ambiental que viola la Constitución, la Ley 64-00 y compromisos internacionales como la Convención Ramsar. No se trata de un problema climático inevitable, sino de una política de acaparamiento del agua que está destruyendo un patrimonio natural de toda la nación”, afirmó el ingeniero Leonardo Mercedes, miembro de la Red Socioambiental Nacional en representación de la Coalición Enriquillo.
La Red recuerda que la Constitución Dominicana establece que el agua es un bien de dominio público inalienable y no puede ser secuestrada por intereses privados. Sin embargo, la complicidad de las autoridades ha permitido que el CAC actúe como dueño absoluto del agua, en detrimento de las comunidades y del equilibrio ecológico.
La Red Socioambiental Nacional exige:
La intervención inmediata del Estado para detener el desvío de aguas y restaurar los caudales que alimentan la Laguna de Rincón.
La suspensión de las operaciones ilegales del CAC que afectan los ecosistemas acuáticos.
El reintegro de las aguas sustraídas a la laguna, mediante el cierre inmediato de las vías abiertas para la extracción de este bien público, en clara violación al carácter inalienable de las aguas del territorio nacional.
Un plan urgente de rescate ecológico de la Laguna de Cabral, con participación de las comunidades, científicos y organizaciones ambientales.
Que se investigue y sancione a los responsables de este crimen ecológico, tanto en el sector privado como en el aparato estatal que ha permitido su ejecución.
La Red advierte que el derecho al agua y a un medio ambiente sano no puede seguir siendo vulnerado. “La Laguna de Rincón no se negocia, se defiende. ¡El agua es del pueblo y no de los cañaverales del CAC!”, concluye la declaración.