
En los barrios, en las universidades y hasta en las oficinas, la frase se repite: “tamo’ en olla”. Lo que antes se resolvía con una llamada al tío de Nueva York, un préstamo informal o “fiando en el colmado”, ahora empieza a tener un aliado inesperado: la inteligencia artificial.
Ese fue el caso de Carolina Méndez, una joven madre de Los Alcarrizos que acumulaba casi 200 mil pesos en deudas de tarjetas de crédito y préstamos personales. Su pareja, un chofer de guagua, quedó sin trabajo tras la ruta ser reducida, y de repente la familia se vio atrapada en un torbellino de facturas y recibos atrasados.
Carolina, que siempre había llevado sus cuentas en una libreta, decidió probar algo diferente: abrió su celular, entró a ChatGPT y le escribió un mensaje claro: “Tengo tanto de ingresos, tanto de deudas y esto es lo que gasto cada mes. Ayúdame a salir de esto”.
La respuesta le llegó en segundos: un plan detallado que le sugería reducir gastos innecesarios, renegociar su deuda con el banco, priorizar pagos y hasta guardar aunque sea 500 pesos al mes para emergencias. “No era nada que uno no supiera, pero verlo organizado así, rápido y claro, me dio ánimo pa’ arrancar”, contó Carolina entre risas.
Una práctica que se multiplica
Historias como la de Carolina no son aisladas. José Alberto Peña, estudiante universitario de Villa Mella, aseguró que la IA lo ayudó a organizar sus gastos de transporte, comida y materiales de estudio. “Yo vivía acabao’ cada quincena. Le metí mis números al ChatGPT y en segundos me hizo un presupuesto. Ahora, por lo menos, sé en qué se me va el dinero”.
Según datos internacionales, dos de cada tres adultos que usan inteligencia artificial generativa ya han pedido consejos financieros a estas plataformas. Entre los jóvenes, la cifra es aún más alta, y República Dominicana no es la excepción: en redes sociales abundan los testimonios de personas que aseguran haber encontrado en la IA una guía rápida para manejar su bolsillo.
¿Solución o ilusión?
Especialistas en finanzas locales advierten que, aunque la inteligencia artificial es útil para organizar ideas, no sustituye el consejo de un experto que entienda las condiciones específicas del país: intereses elevados, impuestos, informalidad laboral y hasta la famosa “fiesta del fiado” en los colmados.
Aun así, para muchos dominicanos, ChatGPT ya se ha convertido en una especie de “compañero financiero”. Una herramienta que no cobra, no juzga y está disponible a cualquier hora para ayudar a salir del apuro.
Al final, estar “en olla” sigue siendo parte del día a día, pero ahora la salida puede estar en un celular, a golpe de preguntas bien planteadas a una inteligencia artificial.