
El domingo 21 de septiembre de 2025, alrededor de las 9:18 de la mañana, una falla eléctrica dejó fuera de servicio al Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) durante casi nueve horas. El motivo: una sección del sistema eléctrico, llamada seccionadora, responsable de distribuir energía en la terminal, falló.
Este apagón afectó unas 47 operaciones aéreas y alrededor de 5,000 pasajeros que tenían vuelos hacia y desde Norteamérica, Sudamérica, el Caribe y Europa.
Reacciones institucionales
- El gobierno dominicano, desde la Presidencia, calificó la situación como “totalmente inaceptable” y advirtió que de comprobarse negligencia, habría consecuencias.
- Eduardo Estrella, presidente de la Comisión Aeroportuaria, convocó una reunión para conocer el informe técnico del Departamento Aeroportuario y determinar el grado de responsabilidad de Aerodom, la empresa concesionaria que administra el aeropuerto.
- Otras voces, como el expresidente Leonel Fernández, consideran que esta situación afecta la imagen internacional del país.
Un historial que pesa
Lo sucedido el domingo no es un caso aislado. A lo largo de los últimos años, el AILA ha sufrido varias interrupciones, fallas y averías de diversa magnitud:
Fecha | Tipo de incidente | Impacto relevante |
---|---|---|
21 de marzo de 2015 | Avería eléctrica en la terminal Sur | Paralización de comercios, bancos y retrasos. |
23 de mayo de 2021 | Daño en iluminación de pista por vandalismo | Vuelos internacionales desviados. |
15 de julio de 2023 | Problemas en el asfalto tras el aterrizaje | Restricciones en salidas de vuelos. |
8 de abril de 2024 | Desprendimiento en la pista 17-35 | Cancelaciones y desvíos. |
11 de diciembre de 2024 | Corto circuito | Apagón de 30 minutos que afectó iluminación, internet, etc. |
12 de mayo de 2025 | Corte programado para mantenimiento | Afectó áreas internas, pero sin suspensión de vuelos. |
16 de agosto de 2025 | Activación de interruptor de protección | Fallo interno momentáneo. |
Lo que está en juego
El apagón desata varias interrogantes clave sobre la gestión aeroportuaria:
- Responsabilidades contractuales y operativas
¿Hasta qué punto Aerodom, como concesionaria, debe garantizar la continuidad operativa y el mantenimiento preventivo para evitar fallos de esta índole? -
Infraestructura y mantenimiento preventivo
Las recurrentes fallas apuntan a posibles deficiencias en el mantenimiento de los equipos críticos (eléctrica, iluminación, pistas, etc.). También se cuestiona la capacidad de reacción ante eventos inesperados. -
Imagen país
Eventos como este pueden afectar la confianza de los viajeros, aerolíneas y socios internacionales. En un país que depende del turismo y de conexiones globales, la reputación de sus terminales aeroportuarias es estratégica. -
Transparencia e investigación
La importancia de que el informe técnico sea claro, público y con resultados verificables. Que no quede solo en declaraciones políticas, sino en datos que permitan evaluar qué se hizo, qué falló, quién fue responsable y qué medidas se tomarán para evitar recurrencias. -
La renegociación del contrato de Aerodom
Hace menos de dos años, el presidente Abinader anunció que se renegociaría el contrato con Aerodom. Dicho contrato incluye inversión proyectada de US\$830 millones para mejoras, además de entre US\$300 y US\$550 millones en aportes variables. Este contexto es fundamental: lo que se acuerde ahora debe reflejar lecciones aprendidas.
A tener en cuenta
El apagón en el AILA no puede verse como un mero incidente aislado, sino como un síntoma de falencias estructurales en la gestión aeroportuaria. Si bien todos los sistemas pueden fallar, la recurrencia, la magnitud de la afectación y la proximidad de ciertos sucesos similares hacen indispensable una respuesta que vaya más allá de las reacciones inmediatas.
Para recuperar la confianza —de usuarios, de las aerolíneas, de la comunidad internacional— será clave:
- mejorar los protocolos de mantenimiento preventivo;
- aclarar responsabilidades contractuales;
- garantizar transparencia en las investigaciones;
- y cumplir con compromisos de inversión en infraestructura crítica.