
En un nuevo episodio de El Dinero Podcast, Esteban Delgado y Jairon Severino abordaron un tema que genera debate y preocupación en muchas familias: la conveniencia de adquirir una vivienda a través de financiamiento hipotecario cuando ya se ha alcanzado la tercera edad.
Tener una casa propia es el sueño de casi todos los seres humanos. Representa seguridad, tranquilidad y la posibilidad de vivir en un espacio donde nadie moleste y donde uno tampoco moleste a nadie. Sin embargo, cuando ese deseo llega tarde, alrededor de los 65 o 70 años, la gran pregunta es: ¿conviene endeudarse a esa edad?
Expectativa de vida y plazo de los préstamos
En República Dominicana, la expectativa de vida ronda los 75 a 76 años. Esto significa que una persona que adquiere un préstamo hipotecario a los 70 años posiblemente esté asumiendo un compromiso de 15 años que no alcanzará a cubrir. Los bancos, conscientes de este riesgo, suelen poner múltiples trabas: exigir un codeudor, aplicar tasas más altas o directamente rechazar la solicitud. Además, las aseguradoras casi nunca cubren préstamos hipotecarios a edades avanzadas por el alto nivel de riesgo.
El único escenario donde podría tener sentido
Los conductores señalaron que la única excepción razonable es cuando un adulto mayor de 70 años, que siempre ha vivido de negocios sin invertir en bienes raíces, decide finalmente dejar asegurada una vivienda a su esposa o pareja más joven. En esos casos, el financiamiento puede verse como un acto de responsabilidad, más que como una inversión rentable.
Problemas adicionales: seguros, gastos médicos y mantenimiento
Más allá del financiamiento en sí, hay costos que no se pueden ignorar. Con la edad, las pólizas de seguro son más caras, los gastos médicos aumentan y la vivienda recién adquirida suele requerir una inversión inicial en acabados, muebles y mantenimiento. Todo esto representa una carga económica significativa para alguien que debería estar enfocado en vivir tranquilo y sin estrés financiero.
El error de endeudarse para “dejar algo” a los hijos
Muchos padres justifican endeudarse con la idea de dejar una casa en herencia. Sin embargo, Delgado y Severino coinciden en que a los 70 años esa no debe ser la prioridad. Si los hijos ya son adultos, profesionales y autosuficientes, la responsabilidad de mantenerlos o heredarles una propiedad deja de ser obligación.
A considerar
La recomendación de los expertos es clara: no vale la pena financiar una casa a los 70 años. Con esa edad lo más sensato es vivir de las rentas, pensiones o ahorros disponibles, alquilar una vivienda cómoda y disfrutar de la vida sin cargas adicionales. Endeudarse a largo plazo solo traerá estrés, complicaciones legales y financieras que no corresponden en esa etapa de la vida.
“Ya a los 70, ese peso no es suyo. Usted ya crió, ya cumplió. Viva tranquilo con lo que tiene”, concluyeron.