
Al cumplirse seis meses de la devastadora tragedia en la Discoteca Jet Set que cobró la vida de 236 personas el pasado 8 de abril de 2025, el principal testigo del caso, Gregory Adames, ha roto el silencio con una emotiva y fuerte declaración, arremetiendo contra lo que considera un fracaso de la justicia dominicana.
El 8 de octubre marca un sombrío hito, y para Adames, es el recuerdo constante del «día más trágico de toda nuestra vida». En su declaración, subraya que la tragedia no solo significó la pérdida de vidas, sino también la pérdida de la «justicia dominicana».
Una dura crítica al sistema judicial
Con un dolor palpable, Adames expresa su frustración ante la aparente dependencia del sistema judicial de los recursos económicos. «Hoy se cumplen 6 meses… donde se perdió no solo la vida también la justicia dominicana donde queda demostrado que no somos nada donde la justicia es más que dependiente del que tiene recursos e independientemente de lo que somos menos», declaró.
Esta opinión refleja el sentimiento de impotencia de las familias de las víctimas, quienes sienten que el peso de la ley no se aplica por igual.
El dolor y la esperanza en la fe
A pesar de la desazón, Gregory Adames encuentra consuelo en la fe, clamando por fortaleza para los afectados. «Dios tiene el control de esta tristeza que sentimos de lo que cada día sufrimos y pido a Dios que de la fuerza a cada niño y cada familiar que han pasado por esto y de verdad lo siento tanto y me duele tanto el corazón el que todo esto ha pasado».
El testigo hizo un llamado directo a no esperar una respuesta del sistema judicial terrenal, sino a buscar la esperanza en una instancia superior: «No esperemos justicia donde no la hay, no esperemos resignación donde los corazones están negro, pero sí esperemos justicia divina porque es nuestro juez que se encarga de aquel que hoy nos pisotea».
La tragedia de la Discoteca Jet Set sigue siendo una herida abierta en la sociedad dominicana. Las palabras de Gregory Adames, el testigo clave, resuenan como una severa advertencia sobre la percepción de desigualdad en la justicia, manteniendo viva la demanda de verdad y responsabilidad por las 236 muertes.