
El infarto cardíaco, una de las principales causas de muerte en el mundo, no siempre ocurre de manera repentina. En muchos casos, el cuerpo emite señales de advertencia con semanas de antelación, pero suelen pasar desapercibidas o confundirse con cansancio o estrés cotidiano.
La doctora australiana Sandy Yang explicó que reconocer estos síntomas a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, especialmente en personas con factores de riesgo cardiovascular.
Cuatro síntomas de alerta temprana
Según la especialista, existen cuatro señales principales que pueden manifestarse hasta un mes antes de un ataque cardíaco:
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Dolor o presión en el pecho que no desaparece fácilmente.
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Fatiga intensa o inusual, incluso después de descansar.
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Molestias en el cuello, la espalda o la mandíbula.
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Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
Yang advirtió que no todos los pacientes presentan el típico dolor agudo en el pecho. En algunos casos, los primeros avisos pueden ser agotamiento extremo sin causa aparente o una presión persistente en el área torácica, síntomas que suelen confundirse con tensión muscular o ansiedad.
Atender los signos a tiempo puede salvar vidas
La doctora enfatizó la importancia de buscar atención médica inmediata ante cualquiera de estos síntomas. “El tratamiento temprano salva vidas”, recalcó, señalando que muchos pacientes subestiman las señales o las atribuyen al estrés laboral, lo que retrasa la intervención médica.
Asimismo, recomendó realizar chequeos cardiovasculares periódicos, especialmente en personas con antecedentes familiares de enfermedades del corazón, hipertensión, tabaquismo o estilo de vida sedentario.
Detectar estos signos a tiempo puede prevenir una tragedia, por lo que los especialistas instan a no ignorar las advertencias del cuerpo y acudir al médico ante cualquier malestar persistente.