
La Policía italiana denunció a un hombre de 70 años, residente en Arzignano, provincia de Vicenza, por fingir ceguera total durante más de medio siglo para recibir subsidios por discapacidad. Según informó la Guardia de Finanzas, el acusado habría cobrado más de un millón de euros en ayudas públicas desde 1972, sin padecer ningún problema visual.
La investigación comenzó tras un cruce de datos entre el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INPS), el Instituto Nacional de Seguros contra Accidentes (INAIL) y bases de datos policiales, que detectaron irregularidades en sus prestaciones. Durante dos meses, agentes de la Policía económica lo siguieron y grabaron realizando diversas tareas cotidianas sin asistencia.
En las imágenes, el hombre aparece usando herramientas de jardinería peligrosas, escogiendo frutas y verduras en un mercado local y pagando en efectivo, lo que evidenció que tenía plena capacidad visual.
“El septuagenario acudía al mercado municipal y seleccionaba cuidadosamente los productos que compraba”, detalló la Guardia de Finanzas.
Con las pruebas obtenidas y una evaluación médica oficial que confirmó la inexistencia de ceguera, la Fiscalía italiana decidió procesarlo por estafa al Estado. También se ordenó la suspensión inmediata de los subsidios y una inspección fiscal, que ya ha revelado más de 200.000 euros de ingresos ilícitos en los últimos cinco años.
Este caso se suma a otros fraudes similares ocurridos recientemente en Italia. Apenas días antes, un hombre fue detenido junto a su esposa en Castellammare di Stabia, cerca de Nápoles, tras fingir ceguera durante 20 años para cobrar 150.000 euros. Según la investigación, la pareja elaboró certificados médicos falsos y mantuvo el engaño durante dos décadas.
Casos como estos no son nuevos en el país. En 2010, un hombre en Lecce (Puglia) fue descubierto tras fingir ceguera durante 38 años para cobrar una pensión de invalidez y defraudar al Estado 150.000 euros.
Las autoridades italianas han reforzado los controles sobre las ayudas por discapacidad ante el aumento de fraudes que, además de afectar las finanzas públicas, perjudican a quienes realmente necesitan estos recursos.