
En un nuevo episodio de El Dinero Podcast, los comunicadores Jairon Severino y Esteban Delgado Quezada abordaron un tema tan cotidiano como delicado: los bienes, el matrimonio y el divorcio en República Dominicana. Con su característico tono cercano y educativo, los conductores analizaron qué ocurre legalmente cuando una pareja se casa, se separa o simplemente convive sin formalizar su unión ante la ley.
Casarse en República Dominicana: bienes mancomunados por defecto
Según explicaron, en el país toda persona que se casa lo hace automáticamente bajo el régimen de bienes mancomunados, salvo que antes del matrimonio se realice una separación de bienes mediante un acto notarial depositado ante un juez civil. En otras palabras, si no se deja constancia previa de la intención de separar el patrimonio, la ley entiende que todo lo adquirido durante el matrimonio pertenece a ambos cónyuges.
Sin embargo, los bienes adquiridos antes del matrimonio no entran en la mancomunidad, siempre y cuando se pueda demostrar que fueron comprados con recursos propios antes de casarse. El problema surge cuando uno de los esposos continúa pagando una propiedad financiada tras la boda, ya que el otro podría reclamar participación en la misma si contribuyó o si los fondos provinieron del hogar común.
Cuando hay hijos, la situación se complica
Durante la conversación, los conductores destacaron que cuando hay hijos de por medio, el panorama cambia. En la práctica, los tribunales suelen favorecer a la madre en la tenencia y permanencia en la vivienda, aunque legalmente el inmueble pertenezca al padre. Delgado consideró que esta tendencia cultural penaliza al hombre, pues “aunque la ley diga una cosa, la costumbre impone otra”.
Separación de bienes: ¿falta de confianza o inteligencia financiera?
El diálogo giró hacia uno de los mayores tabúes en el matrimonio dominicano: la separación de bienes. Ambos coincidieron en que entre personas con cierto nivel económico o empresarial, hablar de separación antes de casarse es una práctica normal y racional. Sin embargo, entre la clase media y popular suele verse como un signo de desconfianza.
“Eso no es falta de confianza, es tener las cosas claras”, puntualizó Delgado, quien explicó que casarse sin aclarar el régimen patrimonial puede traer consecuencias graves a futuro, especialmente cuando uno de los cónyuges tiene un patrimonio previo o herederos.
La herencia: un tema que pocos consideran
Un punto importante que salió a relucir fue el de la herencia. Si una persona viuda o divorciada vuelve a casarse sin separación de bienes, el nuevo cónyuge adquiere automáticamente el 50 % del patrimonio en caso de fallecimiento, sin importar que no haya contribuido a su formación. Esto significa que los hijos de relaciones anteriores pueden ver reducida su herencia a la mitad.
La unión libre también genera derechos
Otro aspecto clave es la unión libre o concubinato, que en República Dominicana también puede generar derechos patrimoniales tras varios años de convivencia. Dependiendo del tiempo y las pruebas de vida en común, la ley puede reconocer a la pareja los mismos derechos que a un matrimonio formal.
Cuidado con los “divorcios incompletos”
Los presentadores recordaron que obtener una sentencia de divorcio no basta para estar legalmente separado. Es obligatorio registrar y publicar la sentencia en un periódico. De no hacerlo, la persona sigue apareciendo como casada ante la Junta Central Electoral, lo que puede generar conflictos legales y patrimoniales en el futuro.
Conclusión: cuentas claras y decisiones conscientes
El episodio cerró con un consejo claro: antes de casarse o convivir, es mejor hablar de dinero, propiedades y herencias sin tabúes. El matrimonio, más allá del amor, también es un contrato legal que puede tener repercusiones económicas importantes.
“Lo mejor es poner las cuentas claras, tratar el tema sin miedo y, si ya está casado, trate de quedarse con su mujer. No se divorcie si no es necesario”, concluyó entre risas Esteban Delgado.