
Cada día crecen los casos de personas que descubren que alguien accede a su cuenta de WhatsApp sin permiso. Aunque parezca complicado, detectar si te están espiando puede ser sencillo si sabes dónde buscar.
El primer paso es revisar la sección “Dispositivos vinculados” dentro de los ajustes de la aplicación, disponible tanto en Android como en iPhone. Allí podrás ver todos los equipos donde tu cuenta está activa. Si notas algún dispositivo desconocido, ciérralo de inmediato, ya que podría tratarse de un acceso no autorizado.
Otra señal de alerta es recibir mensajes de verificación por SMS que tú no hayas solicitado. Esto puede indicar que alguien intenta registrar tu número en otro teléfono. Ante ese tipo de notificación, no compartas el código con nadie, aunque el mensaje parezca oficial.
También debes prestar atención a comportamientos extraños dentro de la aplicación, como mensajes leídos que tú no abriste, respuestas automáticas o contactos que afirman recibir textos tuyos que nunca enviaste. Estos indicios pueden ser señales claras de que otra persona manipula tu cuenta.
Además, el consumo anormal de batería o datos móviles puede delatar la presencia de aplicaciones espía funcionando en segundo plano. Si tu teléfono se calienta, se apaga solo o presenta errores frecuentes, conviene revisarlo, ya que podría estar comprometido.
Para reforzar tu seguridad, activa la función de “verificación en dos pasos” desde los ajustes de la cuenta. Esta herramienta añade una capa extra de protección al exigir un PIN de seis dígitos cada vez que quieras registrar tu número en un nuevo dispositivo. De ese modo, aunque alguien consiga tu código de verificación por SMS, no podrá entrar sin conocer el PIN.
Durante este proceso también puedes añadir un correo electrónico, útil para recuperar tu cuenta si olvidas el PIN o deseas desactivar la verificación de forma segura.
Por último, mantén la aplicación actualizada para beneficiarte de las últimas medidas de seguridad que incorpora WhatsApp.
En resumen, ante cualquier sospecha, revisa los dispositivos conectados, cambia tus contraseñas y activa la verificación en dos pasos. Tomar estas precauciones puede marcar la diferencia entre conservar tu privacidad o perder el control de tus conversaciones y datos personales.