
La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) debió utilizar un verdadero convoy en San Rafael de Yuma para irrumpir la propiedad que, según informe de inteligencia, operaba un centro de acopio de sustancias, propiedad de la estructura criminal que encabeza el serbio Nikolas Boros, un narcotraficante internacional que ha logrado notoriedad en el mundo criminal cuando fue rescatado por un comando armado en Colombia, mientras era llevado al aeropuerto El Dorado para su extradición a Italia luego de haber escapado de República Dominicana.
En el operativo de Yuma fueron decomisados 660 kilos de cocaína que habían sido traídos desde Suramérica, pero que estaban bajo el radar de una operación conjunta de la DNCD y la agencia antinarcótica de Estados Unidos (DEA).
Una red con alcance transnacional
Nikolas Boros ha desarrollado una activa red de conexiones entre el narcotráfico europeo y el suramericano, utilizando el Caribe como punto intermedio. También suple desde República Dominicana parte del mercado estadounidense, llevando drogas a Puerto Rico mediante lanchas rápidas y embarcaciones de lujo que parten de marinas en centros turísticos del Este.
El narcotraficante serbio ha conformado un entramado de operaciones que involucra varios países, rutas marítimas y una logística sofisticada, operada por células locales que funcionan con precisión de reloj suizo.
Informantes antinarcóticos explicaron a EL DÍA que Boros fue arrestado en Venezuela, aunque no se ha confirmado si finalmente fue extraditado a Italia en cumplimiento de la alerta roja dictada por la Policía Internacional (Interpol) y la Policía Europea.
De Cap Cana a Yuma
La estructura de Boros ya había sido golpeada en abril de este año, cuando en una villa de lujo de Cap Cana las autoridades incautaron 1,040 kilos de cocaína. En aquella ocasión, la droga fue encontrada fuera de las pacas originales y colocada en cajas de cervezas, en un intento de camuflaje para ser transportada hacia un punto costero desde donde sería embarcada en yola hacia Puerto Rico, territorio estadounidense que sirve como plataforma intermedia hacia el mercado europeo.
Seis meses después, el patrón se repitió. Esta vez en San José de Yuma, provincia La Altagracia, 660 paquetes de cocaína estaban listos para partir. Según las autoridades, el cargamento pertenece a la misma red vinculada a Boros, lo que confirma la continuidad operativa de su organización.
El capo serbio que cruzó fronteras y desafió Estados
El nombre de Nikolas Boros aparece en informes de inteligencia europeos y latinoamericanos como parte de una generación de narcos balcánicos que han expandido sus operaciones desde Sudamérica, aprovechando las rutas del Caribe para abastecer a redes mafiosas en Europa.
Su caso saltó al radar internacional por primera vez cuando las autoridades italianas, país que históricamente ha servido de cobijo a redes mafiosas sofisticadas, construyeron un expediente judicial robusto en su contra. Italia emitió una orden internacional de captura por tráfico internacional de cocaína, en coordinación con agencias de seguridad de América Latina y Europa.
La espectacular fuga en Colombia
Tras escapar de República Dominicana en abril pasado, fue localizado y arrestado en Colombia. Las autoridades lo trasladaban al aeropuerto El Dorado, en Bogotá, para su extradición a Italia.
Pero en ese trayecto, un comando fuertemente armado interceptó el convoy. En una acción milimétricamente planificada, rescató a Boros y lo liberó, desafiando a las autoridades colombianas y demostrando que su estructura tenía recursos, logística e influencia.
Boros pasó de ser un traficante buscado a convertirse en una figura de alto interés para agencias de inteligencia internacionales, entre ellas la Drug Enforcement Administration (DEA) y Europol.
La ruta de la fuga: de Colombia a Venezuela (no confirmado)
Hasta la fecha no hay registros oficiales confirmados de su captura en Venezuela. Sin embargo, varias fuentes antinarcóticas han asegurado a EL DÍA que fue arrestado en ese país “hace varios meses” y posteriormente extraditado a Italia, donde actualmente enfrenta procesos judiciales por narcotráfico.
Italia construyó un caso sólido
Italia es el país donde el caso Boros ha encontrado su base más sólida. Fiscales antimafia lo vinculan con redes de distribución de cocaína que operaban a través del puerto de Gioia Tauro, en Calabria, uno de los puntos de entrada más utilizados por organizaciones delictivas para introducir droga a Europa.
Este puerto es históricamente un bastión de la ‘Ndrangheta, considerada la mafia más poderosa de Europa en la actualidad. Según documentos judiciales italianos, la estructura liderada por Boros servía como proveedor de cocaína de alta pureza, transportada desde Sudamérica y almacenada temporalmente en puntos logísticos en el Caribe.
De hecho, la red habría participado en operaciones conjuntas con mafias balcánicas para distribuir cargamentos hacia países como Alemania, Holanda, España y Bélgica.
Europa: un escenario clave en su expansión
Los grupos criminales balcánicos, particularmente de Serbia y Montenegro, han ganado protagonismo en la última década en el mercado europeo de cocaína. A diferencia de estructuras tradicionales que dependían de intermediarios, estos grupos —entre ellos el de Boros— viajan directamente a Sudamérica para negociar cargamentos, reduciendo intermediarios y aumentando sus ganancias.
Según informes de Europol y la Policía Nacional de Italia, Boros habría participado en al menos cuatro grandes operaciones de tráfico internacional entre 2018 y 2022, con cargamentos que superan las cinco toneladas de cocaína en conjunto.
Algunos de esos cargamentos fueron interceptados en puertos europeos; otros lograron llegar a destino, alimentando la red de distribución continental y generando millones de euros en ganancias ilícitas.
El brazo dominicano de la red
En República Dominicana, Boros no actuaba directamente, sino a través de una célula de apoyo local. El cabecilla dominicano identificado por la DNCD es Moisés Severino, actualmente prófugo y contra quien se ha dictado una alerta de captura.
Junto a Severino también son buscados Jesús Ignacio de Jesús Mota y Pedro Luis Cordero Estrella, señalados como piezas claves en la logística de recepción, almacenamiento y envío de la droga hacia Puerto Rico.
La elección de la región Este le permite acopiar cargamentos con discreción y usar rutas marítimas rápidas hacia la isla vecina, minimizando riesgos de detección aérea o portuaria.
Reacción de las autoridades dominicanas
La DNCD, junto con la Procuraduría General de la República Dominicana y agencias internacionales, activó un amplio operativo de seguimiento.
“Este decomiso es parte de una ofensiva que busca desarticular células que operan en el país al servicio de estructuras internacionales”, afirmó una fuente vinculada a la investigación.
La cooperación con agencias extranjeras, en particular la DEA y Europol, ha sido clave para mapear las rutas y conexiones financieras de la red de Boros.