
Durante el más reciente segmento bursátil de Almuerzo de Negocios, los comunicadores analizaron los efectos económicos de la recién inaugurada circunvalación de Baní, una obra esperada por años y que, aunque ha mejorado la movilidad, ya comienza a mostrar su impacto negativo en el comercio informal de la zona.
Baní: menos tapones, menos movimiento
Según los comentarios compartidos en el programa, el nuevo tramo vial —que evita el tránsito por el centro del pueblo— ha reducido significativamente el flujo de vehículos por las calles principales. Esto, si bien representa un alivio para los conductores, ha provocado que muchos negocios pequeños, desde dulcerías hasta colmados y estaciones de combustible, vean caer sus ventas de forma drástica.
“Baní parecía un pueblo fantasma este domingo”, comentaron los conductores, al referirse al cierre de pequeños establecimientos que dependían de las paradas espontáneas de los viajeros rumbo al sur profundo del país.
El costo del progreso
La situación recuerda lo ocurrido en San Pedro de Macorís tras la construcción de la Autovía del Este, donde el desvío del tránsito también afectó la economía local. Los panelistas coincidieron en que las comunidades deben prepararse para los cambios que traen las grandes obras de infraestructura, buscando formalizar sus negocios y adaptarse a nuevas dinámicas comerciales.
“La circunvalación era una necesidad, pero hay que entender que el desarrollo también tiene costos. Muchos comerciantes informales perderán su fuente de ingresos si no se reinventan”, expresaron.