
Moscú declaró el martes que no se ha fijado «ningún plazo concreto» para la cumbre entre Vladimir Putin y Donald Trump sobre Ucrania, lo que enfrió las esperanzas de una rápida reunión entre los máximos diplomáticos de ambos países.
Tras una conversación telefónica la semana pasada, los dirigentes de Rusia y Estados Unidos, Vladimir Putin y Donald Trump, anunciaron que se reunirán en Budapest para buscar una solución a la guerra en Ucrania, desencadenada por la ofensiva de Moscú en febrero de 2022.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Marco Rubio, hablaron el lunes para discutir los preparativos de la cumbre, y se espera que se reúnan en persona para ultimar los detalles.
Trump dijo que la reunión con Putin podría tener lugar en un plazo de cerca de dos semanas.
«Inicialmente no se fijó un calendario preciso», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a un grupo de periodistas, entre los que se encontraban reporteros de la AFP, en una rueda de prensa que tuvo lugar el martes.
Cuando se le preguntó si la cumbre podría posponerse, Peskov respondió: «No se puede posponer algo que no se ha fijado de manera definitiva… Se necesita preparación, una preparación seria».
Sin embargo, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, declaró este martes que es «prematuro hablar del calendario» de la reunión preparatoria entre Lavrov y Rubio, ya que «debe prepararse adecuadamente».
Trump, que afirmó que podría resolver la guerra de Ucrania en cuestión de horas a su retorno a la Casa Blanca, ha expresado su frustración por no haber logrado avances hacia la paz.
Putin ha rechazado múltiples llamados a un alto el fuego y se mantiene firme en una lista de exigencias que Kiev considera inaceptables.