En una nueva entrega del programa “Almuerzo de Negocios”, los conductores iniciaron la conversación con un toque de humor y actualidad, abordando el fenómeno mediático que gira en torno a “Alofoke House” y las recientes apariciones de figuras del entretenimiento como Juan Carlos Pichardo, a quien enviaron un mensaje de solidaridad. Entre bromas y opiniones, los comunicadores reflexionaron sobre la representación de las distintas clases sociales en el reality, haciendo énfasis en el valor de la clase media trabajadora del país.
El diálogo, como suele ocurrir en el espacio, transcurrió entre comentarios jocosos, menciones a figuras como La Perversa y Luis Polonia, y observaciones sobre cómo los nombres artísticos impactan la proyección de las figuras urbanas. Según los conductores, nombres llamativos como “La Perversa” o “La Insuperable” tienen más peso comercial que los nombres reales, aunque coincidieron en que el talento sigue siendo lo esencial.
Tras ese arranque distendido, el programa dio paso a un segmento más técnico y educativo con la participación del arquitecto Luis Taveras, vicepresidente de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana y conductor del programa “Arquitectura Radial”. En su intervención, Taveras explicó con claridad la diferencia entre las funciones del arquitecto y las del ingeniero en el desarrollo de una obra, aclarando que el arquitecto interviene desde la concepción de la idea y el diseño, mientras que el ingeniero se encarga de la parte estructural y técnica.
El invitado aprovechó para denunciar el intrusismo profesional que afecta al sector construcción, señalando que muchos “maestros constructores” asumen roles de arquitectos e ingenieros sin la formación necesaria, lo que afecta la calidad y la seguridad de las edificaciones. Asimismo, explicó cómo se calculan los honorarios de un arquitecto, indicando que estos suelen representar alrededor del 4% del costo total de la obra o un precio por metro cuadrado diseñado.
Otro punto central de la conversación fue la permisología y la burocracia que retrasa los proyectos de construcción en el país. Taveras afirmó que obtener los permisos necesarios puede tardar entre seis meses y un año, lo cual encarece las obras y frena el desarrollo económico. Criticó además que, pese a la implementación de la “ventanilla única” del Ministerio de Vivienda y Edificaciones (MIVED), el sistema sigue sin funcionar con eficiencia.
El arquitecto detalló los permisos requeridos para levantar un edificio de apartamentos, que incluyen los emitidos por la alcaldía, el MIVED, el Intrant y estudios obligatorios de suelo. También alertó sobre prácticas irregulares, como solicitar permisos de “remodelación” para realizar demoliciones totales y nuevas construcciones, lo que facilita que algunos proyectos ilegales avancen sin supervisión.
Finalmente, se abordó el tema de las estafas inmobiliarias y la falta de herramientas para que los compradores verifiquen si los proyectos cuentan con los permisos requeridos. Taveras recomendó que los adquirientes se asesoren legalmente y lean detenidamente los contratos antes de realizar pagos o compromisos económicos.
El programa cerró destacando la importancia de la educación cívica y técnica tanto en los medios como en la sociedad, para que temas como la arquitectura, la permisología y la ética profesional reciban el mismo nivel de atención que los del entretenimiento.



