El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha comenzado a utilizar un software de inteligencia artificial para identificar rostros y rastrear publicaciones en redes sociales de migrantes. Aunque la agencia asegura que la medida busca reforzar la seguridad nacional, expertos en ciberseguridad y derecho advierten sobre los riesgos de privacidad y el potencial abuso de estas tecnologías.
Según explicó Luis Noguerol, miembro del Departamento de Comercio de EE. UU. y especialista en ciberseguridad, “no es nuevo que puedan rastrear a alguien a través del reconocimiento facial en teléfonos, tabletas u otros dispositivos móviles”. Noguerol advirtió que, además de las cámaras, la información publicada en redes sociales puede ser suficiente para identificar a una persona: “a través del usuario se puede conseguir el dispositivo desde el cual se subió el contenido”.
Por su parte, el abogado constitucionalista Joseph Malouf calificó la situación como “muy peligrosa”, señalando que este tipo de tecnologías, cuando están bajo el control de agencias gubernamentales con escasos límites legales, pueden convertirse en herramientas de persecución política o vigilancia sin justificación judicial.
La tecnología detrás del seguimiento
La empresa Clearview AI es la encargada de suministrar el sistema de reconocimiento facial utilizado por el ICE. Su contrato con la agencia supera los nueve millones de dólares, según reportes de prensa.
En un principio, este tipo de software fue implementado para investigar agresiones contra agentes federales y casos de explotación infantil, pero con el tiempo su alcance se ha ampliado. La plataforma compara imágenes de individuos con una gigantesca base de datos conformada por millones de fotos recolectadas de redes sociales y sitios web públicos, sin contar con autorización de los usuarios ni de las plataformas.
Esta práctica ya ha provocado controversias internacionales. Clearview AI ha sido multada por organismos de Reino Unido y la Unión Europea, con sanciones que superan los 20 millones de dólares, por violar leyes de privacidad y recopilar datos biométricos sin consentimiento.
Vigilancia extendida a redes sociales
Documentos obtenidos por Telemundo revelan que el ICE planea ampliar su vigilancia digital mediante la contratación de especialistas que monitorearán de forma continua plataformas como Facebook, X (antes Twitter), TikTok, YouTube, Instagram y Reddit.
De acuerdo con la agencia, el propósito es “identificar, investigar y localizar personas que representen una amenaza para la seguridad pública o nacional”. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos alertan que estas medidas podrían derivar en un monitoreo masivo de migrantes y activistas, violando derechos fundamentales y libertades civiles.
Un portavoz del ICE afirmó que la institución “utiliza diversas formas de tecnología para apoyar los esfuerzos de las fuerzas del orden y respetar al mismo tiempo las libertades civiles y la privacidad”. No obstante, el alcance de estas herramientas y la falta de transparencia sobre sus criterios de uso mantienen en alerta a defensores de derechos humanos y expertos en privacidad digital.
En un contexto global donde la inteligencia artificial avanza a pasos acelerados, el caso del ICE representa un recordatorio preocupante de cómo la tecnología puede cruzar la delgada línea entre la seguridad y la vigilancia masiva, afectando directamente la libertad y la seguridad de las personas más vulnerables.



