Una detective y madre de tres hijos falleció días después de someterse a un levantamiento de glúteos y una liposucción, lo que ha llevado a su esposo a solicitar una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de su muerte.
La mujer, identificada como Alicia Stone, de 40 años, contaba con más de una década de servicio en el cuerpo policial y gozaba de buena salud antes del procedimiento. Fue encontrada inconsciente en la habitación de su hotel una semana después de la cirugía y trasladada de emergencia a un centro médico, donde los médicos confirmaron su fallecimiento poco más de una hora más tarde.
El reporte preliminar señala como causa de muerte un paro cardíaco no especificado, aunque su familia considera que existen inconsistencias en la información entregada por los responsables del tratamiento y la clínica donde se realizó la operación.
Stone se había sometido a una liposucción y transferencia de grasa en los glúteos, procedimiento conocido como Brazilian Butt Lift (BBL). Según allegados, estaba en proceso de recuperación y tomaba anticoagulantes y analgésicos bajo prescripción médica.
Su esposo, Michael Stone, expresó su desconcierto ante los medios:
“El médico que me llamó solo me informó que mi esposa había fallecido, pero no pudo explicarme nada más. Algo no encaja. Necesito saber qué fue lo que realmente pasó”.
El caso ha reavivado el debate sobre los riesgos asociados a las cirugías estéticas invasivas realizadas fuera del país de residencia, especialmente cuando los pacientes viajan buscando costos más bajos o procedimientos rápidos.
Especialistas en cirugía plástica y salud pública advierten que el levantamiento de glúteos brasileño es uno de los procedimientos con mayor tasa de complicaciones, incluyendo trombosis, infecciones y embolias grasas, que pueden resultar fatales si no se detectan a tiempo.
Organizaciones médicas internacionales insisten en la necesidad de verificar la acreditación de los cirujanos y centros clínicos, así como de seguir estrictamente las indicaciones médicas antes y después de cualquier intervención quirúrgica.
Mientras avanza la investigación, el caso de Alicia Stone se suma a una creciente lista de muertes relacionadas con cirugías estéticas realizadas en condiciones inseguras, recordando la importancia de priorizar la salud sobre los resultados estéticos.



