 
                  “Las escuelas no tienen planes de contingencias para enfrentar de manera temprana los impactos de una riada, frente a una emergencia”, así lo afirmó la antropóloga Fátima Portorreal, docente del del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Al participar en el Foro de expertos sobre cambio climático y desplazamiento forzado organizado por el Centro de Estudios de Género del INTEC (CEG-INTEC), abordó el tema de las cuencas hidrográficas y los conflictos en el marco de la cultura educativa.
Indiana Jiménez, coordinadora de Foros del CEG-INTEC, enfatizó en la importancia del tema en el contexto actual de fenómenos atmosféricos. “El cambio climático no es un tema circunstancial, sino que hay una afectación directa a las personas”, dijo en sus palabras de apertura.
Durante su conferencia, la docente Portorreal explicó que las cuencas hidrográficas ocupan espacios naturales que despenden de la lluvia y el clima. Sin embargo, los humanos inciden en su fisiografía, calidad del agua, y todo lo que corresponde a lo largo de su trayecto, en especial cuando construyen viviendas, huertos y escuelas en los alrededores de áreas cercanas a los afluentes o lugares que eran parte del cuerpo de un acuífero en el pasado.
“Algunas escuelas no tienen las condiciones, y muchas están construidas cercanas a cuencas. No hay reemplazos para la vida. La escuela no tiene los recursos para enfrentar los daños que puede producirse en caso de un impacto de los acuíferos cercanos”, expresó la también etnógrafa.
Añadió que “no existen sistemas tempranos que puedan dar los avisos pertinentes a tiempo, en especial en zona de montaña y centros educativos que se construyeron en espacios que no eran adecuados. Las escuelas están expuestas a la contingencia de inundaciones por la lluvia o riadas que inundan sus centros escolares. Los sistemas de prevención y alerta temprana no forman parte de los currículos, ni las medidas que deben tener las escuelas para asegurar la vida ante una crisis climática”.
A raíz de investigaciones y levantamientos realizados cerca del río Yuna, la experta relató que se han desarrollo programas para dar alerta en caso de inundaciones. No obstante, aseguró que se hace necesario que en las escuelas se impartan entrenamientos, implementen medidas de prevención y simulacros para enfrentar los riesgos por la crisis climática.
“La crisis climática empuja a los vulnerables a buscar estrategias concretas para enfrentar el peligro de las aguas desbordas y los deslaves en zonas montañosas. Para enfrentar tales situaciones riesgosas para la vida de los profesores y estudiantes, se necesita un presupuesto especial que se destine a la escuela; también estudios que visibilicen las necesidades de las escuelas y su gestión de riesgo”, dijo.
Iniciativa sobre el desplazamiento climático y derecho a la educación de la UNESCO
Florencia Saffirio Palma, oficial nacional de Proyecto de UNESCO Santiago, presentó un proyecto sobre desplazamiento climático y derecho a la educación, el cual tuvo como objetivo investigar las barreras que existen al derecho a la educación de niños, jóvenes y adultos desplazados por los efectos del cambio climático, considerando las implicaciones legales y políticas y basándose en experiencias en Guatemala y República Dominicana.
Entre los principales resultados, se evidenció que en los países mencionados no existen mecanismos formales para generar la participación de los desplazados y sus familias en el diseño y evaluación de políticas educativas. Además, dada su condición de vulnerabilidad y en muchos casos su estatus de migrante irregular, se dificulta que estos grupos accedan a los espacios participativos existentes.
“La extrema situación de vulnerabilidad de la población desplazada por el clima puede significar una barrera adicional dado a problemas de documentación legal, los cuales pueden afectar sobre todo a los desplazados desde Haití hacia RD, así como ascendentes haitianos, dada prácticas discriminatorias existentes”, expresó Saffirio.
Recomendaciones ante la problemática del desplazamiento forzado
Entre las recomendaciones de la UNESCO, se incluyó el visibilizar el desplazamiento climático como un problema de política relevante, enfatizar en el derecho a la educación como un objetivo explícito dentro de la política para mitigar los efectos del cambio climático y utilizar estructuras organizacionales multisectoriales existentes.
A su vez, Thais Moraes, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), abordó el rol de la institución en el marco del desplazamiento forzado, entidad que tiene el compromiso de brindar protección y buscar soluciones duraderas para solicitantes de asilo, refugiados, apátridas, desplazados internos y retornados.
Entre las respuestas de ACNUR ante estas problemáticas, está la colaboración con Estados para garantizar que poblaciones desplazadas sea incluidas en planes nacionales e iniciativas de acción climática. El evento concluyó con palabras de la coordinadora del Centro de Estudios de Género, Desiree Del Rosario, quien recordó el impacto de huracanes pasados para evidenciar cómo influyen los efectos del cambio climático en las regiones. “Considerando que la vida nos ha colocado frente a esta realidad en más de una ocasión, hoy sabemos que el cambio climático desplaza, ahoga, destruye, genera tristeza y nostalgias que dejan secuelas psicológicas”, dijo.
Los foros forman parte del proyecto “Cambio Climático y Desplazamiento Forzado: su impacto en la vida de mujeres y niñas”, auspiciado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC/CRDI), con el objetivo de generar reflexión, diálogo y propuestas sobre una de las problemáticas más urgentes de este tiempo.




 
         
         
         
         
         
         
        