El proyecto Cruise On Land Punta Cana está marcando un momento importante para el turismo y la inversión en la República Dominicana. No se trata solamente de un nuevo complejo, sino de una propuesta de gran escala que mezcla vivienda turística, entretenimiento familiar y renta hotelera en un mismo espacio. Es, literalmente, la experiencia de un “crucero en tierra”.
La inversión estimada de más de US$700 millones demuestra la confianza del capital internacional en la estabilidad y el crecimiento de nuestro país. Esta es una apuesta que mira hacia el futuro del turismo dominicano, consolidando a Punta Cana como un destino de clase mundial.

Lo más significativo es el respaldo empresarial que sostiene el proyecto. La desarrolladora ha realizado una alianza estratégica mediante un joint venture con Perla Global Capital Advisors, una firma internacional especializada en inversión y estructuración financiera. Esta unión le aporta solidez, método y capacidad de ejecución seria y profesional.
Además, el proyecto está respaldado por equipos de desarrolladores, constructores e inversionistas de Colombia y República Dominicana, con más de una década de experiencia conjunta en proyectos inmobiliarios y turísticos. Aquí no estamos ante una improvisación, sino ante una estructura sólida con trayectoria comprobada.
El impacto en empleo es inmediato y relevante. En su fase de construcción, el proyecto está generando entre 2,000 y 3,000 empleos directos, sin contar los miles de empleos indirectos que activan suplidores, servicios, transporte y comercio. Y una vez en operación, se proyecta que más de 12,000 personas trabajen de manera permanente dentro del complejo. Esto significa oportunidades reales para miles de familias.

En el aspecto turístico, el aporte es aún mayor. Cruise On Land Punta Cana tiene capacidad de atraer hasta 500,000 turistas nuevos cada año. Con 6,000 habitaciones y una ocupación estimada entre 65% y 70%, el complejo asegurará un flujo constante de visitantes, aumentando la entrada de divisas y reforzando la posición de República Dominicana como líder en el Caribe.
El proyecto incluye más de 100 amenidades, entre ellas lagunas, parques acuáticos, canchas deportivas, áreas de entretenimiento, restaurantes y espacios familiares que hacen que el visitante tenga todo a su alcance. Esto fomenta estancias más largas, retorno de huéspedes y rentabilidad para los propietarios.
Para quienes desean invertir, las oportunidades son claras. Hay facilidades de pago accesibles que permiten adquirir sin un desembolso inicial pesado. Además, la operación hotelera profesional facilita el ingreso asegurado, a través de un pool de rentas, convirtiendo la propiedad en una fuente de ingresos sin complicaciones administrativas.
La plusvalía es otro de los atractivos. La magnitud del proyecto, su ubicación en Punta Cana y la estructura empresarial que lo respalda aseguran que el valor de las propiedades se fortalezca con el tiempo. Allí se compra patrimonio con proyección.
Este es un proyecto que responde a distintos perfiles: el que quiere vivir, el que quiere vacacionar y el que quiere invertir para generar ingreso. Y todos encuentran sentido porque el producto está diseñado de manera integral.
En un mercado donde a veces se promete más de lo que se entrega, Cruise On Land Punta Cana se distingue por una característica fundamental: está bien organizado, tiene dirección financiera y operativa clara y cuenta con el respaldo de la Fiduciaria de la Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos. Eso marca la diferencia entre una compra segura y una apuesta incierta.
Este proyecto no solo impulsa el turismo. Impulsa el país.
Genera empleo, atrae inversión, fortalece la marca República Dominicana y crea oportunidades reales.
Quienes decidan invertir y comprar sus apartamentos de una, dos, tres o cuatro habitaciones, no solo compran una propiedad que les va a generar grandes ganancias también aseguran un patrimonio y se conectan con el futuro del turismo dominicano.
Por Lic. César Fragoso. Asesor Inmobiliario



