Ni papel, ni televisión, ni radio. Uno de los grandes damnificados del auge de la información en internet es la prensa en papel: el Pew Research Center reveló que solo el 14% de los adultos estadounidenses menores de 30 años afirmaba haber leído un periódico impreso en la última semana.
La televisión tampoco sale mucho mejor parada en contraposición con la prensa escrita: de acuerdo con la misma publicación, tan solo el 19% de estos encuestados consume habitualmente las noticias de la televisión local.
Falta de consumo de medios tradicionales
A nivel europeo, los datos son similares: según el informe «Young Audiences: News Consumption de la European Broadcasting Union (EBU)», solo el 18% de los jóvenes de 16 a 24 años ve con regularidad los informativos en la televisión.Pero, ¿a qué se debe esta falta de consumo de los medios tradicionales por parte de los jóvenes? Existen varias razones.
Una de ellas, la desconfianza: los «millennials» y «centennials» (e incluso adultos de mayor edad) cada vez le otorgan menos credibilidad a la prensa. En Estados Unidos, únicamente el 28 % de los adultos confía «lo suficiente» en que la información de periódicos, televisión y radio sea realmente completa, precisa e imparcial. Hace cinco años, eran el 40% y en 1972 el 68%, lo que evidencia el papel generacional en los cambios de consumo.
«Yo he crecido viendo cómo, según quién gobierne, determinadas cadenas de televisión dan la información de una u otra forma» dice a Efe Elena, una joven estudiante de, precisamente, periodismo. Elena señala incluso que «distintos periódicos pueden dar un mismo titular con un tono totalmente diferente según su línea editorial».
Y por eso, ella cree que «quienes viven ajenos a los procesos que existen desde que una información llega a la prensa hasta que esta se hace pública, pueden desconfiar».
Redes sociales
Las redes, una nueva prensa. Toda esta falta de consumo de los medios tradicionales se traduce, entre otras cosas, en que las redes sociales estén afianzándose como la fuente de información preferida por los nativos digitales: según Save the Children estas son el principal medio para el 60% de los jóvenes.
Por ejemplo, la Encuesta de Juventud que ha hecho el Eurobarómetro desveló que el 49% de los jóvenes españoles de 16 a 30 años utilizaban las redes sociales para informarse de cuestiones políticas y sociales.
Y, de acuerdo con el estudio «Teens, Social Media and Technology 2023» del Pew Research Center el 95% de los adolescentes estadounidenses usan YouTube, el 67% utilizan TikTok y el 62% Instagram.
Así, para el 39% de los jóvenes entre 18 y 24 años en todo el mundo, Instagram es su plataforma informativa preferida, seguida por TikTok (36%) y YouTube (35%), de acuerdo con el Digital News Report del Reuters Institute.
Casos en Latinoamérica
En Latinoamérica, está predominancia se evidencia a través de países como México, Argentina o Brasil, donde más del 70% de los jóvenes se informa a través de WhatsApp, TikTok o Instagram.
A su vez, el informe Digital Media Trends 2024 de WAN-IFRA destacó que, dentro de estas plataformas, el video corto es actualmente el formato dominante a la hora de conectar con los menores de 25 años.
«Yo, por ejemplo, además de consultar el correo o los mensajes de WhatsApp cuando me despierto, también chequeo mis redes sociales no solo para ver mis notificaciones, sino las publicaciones más recientes, que muchas veces son informativas», dice Elena, «pero también leo periódicos online».Bajo la sombra de las «fake news».
Pero la prensa digital tampoco se salva: entre 2015 y 2024, la proporción de jóvenes de entre 18 y 24 años que consultan las noticias en línea de manera semanal se redujo en un 13%. No es una cuestión solo de lo físico contra lo digital, sino de las plataformas tradicionales respecto a las redes sociales.
Sin embargo, uno de los problemas que muchos señalan a la hora de consumir noticias en dichas redes son las tan temidas «fake news». El Pew Research Center señala que el 53% de los adolescentes en Estados Unidos dice haber visto noticias falsas en redes sociales.
Eso sí, no todos caen tan fácilmente en los engaños, porque el mismo informa indica que cerca del 25% de los adolescentes verifica las noticias antes de compartirlas. Esto supone tan solo un cuarto del total, «pero no difiere demasiado de cómo han funcionado los rumores toda la vida, incluso en las noticias, solo que ahora tienen más alcance», explica Elena.
Noticia falsa
Y es que la joven señala que «el problema es que para cuando los bulos se desmienten, ya se han viralizado… Y la mayoría de las veces el desmentido no logra el mismo alcance que la noticia falsa original».
Además, «muchas veces la gente se niega a aceptar que una noticia es falsa cuando esta casa con su línea de pensamiento, pero tienden a desconfiar de aquellas noticias que vengan de parte de ideologías contrarias a las suyas… Y la realidad es que los bulos surgen en todas las corrientes».
Por supuesto, este tipo de informaciones no solo son cosa de política: «famosos que han dicho o hecho algo que no es cierto, supuestos remedios milagrosos, dietas y suplementos capaces de obrar un cambio físico prácticamente mágico y otras conspiraciones son de lo más típico en redes y no precisamente caen los más jóvenes».
Por eso, Elena aconseja «aprovechar realmente la era digital: consumir tanto periódicos tradicionales online como las redes sociales y contrastar la información, siempre que se pueda buscando las fuentes originales».
Por Nora Cifuentes.EFE / Reportajes.



