La historia de Andrew Cherng y Peggy Cherng es un ejemplo inspirador de cómo la fusión de tradición, visión emprendedora y trabajo duro puede transformar las raíces culturales en un negocio de alcance internacional.
Con su cadena de comida rápida Panda Express, lograron convertir una receta familiar y la herencia chino-birmana en un gigante del sector alimentario en Estados Unidos, acumulando una fortuna multimillonaria y un legado empresarial significativo.
Orígenes y formación
Andrew Cherng nació en la región de Yangzhou, China, e inmigró a Estados Unidos siendo joven para estudiar matemáticas.
Peggy Tsiang Cherng nació en Birmania (actual Myanmar), creció en Hong Kong, y luego viajó a EE. UU. para realizar estudios universitarios.
Ambos se conocieron en la universidad en Kansas y continuaron su formación: Andrew en matemáticas aplicadas y Peggy en ingeniería eléctrica. Esa combinación de talento analítico y espíritu emprendedor marcaría su futuro.
El inicio del negocio
En 1973, Andrew, junto a su padre, el chef Ming-Tsai Cherng, abrió el restaurante Panda Inn en Pasadena, California. Diez años después, en 1983, nació el primer local de Panda Express, una versión de servicio rápido del restaurante original, ubicado en un centro comercial en Glendale, California.
La propuesta era clara: comida chino-estadounidense adaptada al gusto local, con raíces auténticas, pero presentada en un formato accesible y moderno.
Claves del crecimiento
Visión y adaptación cultural
Los Cherng supieron tomar la tradición culinaria del padre de Andrew y adaptarla al formato de comida rápida que atraía al público estadounidense. Platos como el famoso “orange chicken” se convirtieron en íconos de la marca, fusionando lo oriental con lo occidental.
Tecnología, sistemas y operaciones
Peggy aplicó su formación en ingeniería para profesionalizar los procesos del negocio: desarrolló sistemas de punto de venta, control de inventario y estandarización operativa. Esa estructura permitió que la empresa creciera sin perder calidad ni identidad.
Propiedad y cultura empresarial
La familia Cherng decidió mantener la empresa como una entidad privada, conservando el control y los valores fundacionales. Esta independencia les permitió tener una visión a largo plazo, enfocada en la mejora continua y en una cultura empresarial centrada en las personas.
La filosofía de crecimiento de Panda Express se basa en la capacitación de sus empleados, el liderazgo consciente y la búsqueda constante del bienestar colectivo.
Magnitud e impacto
Hoy, Panda Express cuenta con más de 2,000 restaurantes y miles de empleados. La fortuna combinada de Andrew y Peggy se estima en varios miles de millones de dólares, y su influencia va más allá de lo económico.
A través de su fundación Panda Cares, han apoyado proyectos educativos, programas de salud y comunidades necesitadas, demostrando que el éxito empresarial puede ir de la mano con la responsabilidad social.
Lecciones para emprendedores
- Fusionar tradición e innovación: No se trata de abandonar las raíces, sino de adaptarlas al mercado actual.
- Invertir en sistemas y personas: La tecnología y la cultura organizacional son la base para escalar con éxito.
- Visión de largo plazo: Mantener el control del negocio permite tomar decisiones más humanas y sostenibles.
- Hacer empresa con propósito: La filantropía y el impacto social fortalecen la reputación y el legado.
A tener en cuenta
La historia de Andrew y Peggy Cherng demuestra que los sueños pueden cruzar fronteras. Partiendo de una receta familiar y una visión compartida, lograron construir un imperio gastronómico que transformó la forma en que millones de personas perciben la comida asiática en Estados Unidos.
Su historia es una lección viva de que las raíces culturales, cuando se mezclan con disciplina y visión, pueden convertirse en un negocio global sin perder su esencia.



