Un fuerte escándalo sacude el inminente lanzamiento de la quinta y última temporada de la exitosa serie de Netflix Stranger Things. La actriz británica de 21 años Millie Bobby Brown, conocida por interpretar a Eleven, presentó una denuncia de acoso y hostigamiento laboral contra su colega y coestrella David Harbour (51 años), quien da vida al jefe de policía Jim Hopper.
La queja formal se interpuso antes de iniciar la grabación de la temporada final y provocó una investigación interna prolongada dentro del equipo de producción. El desglose no contempla presuntas conductas de carácter sexual, sino comportamientos catalogados como “acoso psicológico, intimidación y hostigamiento” por parte de Harbour hacia Brown.
Según la publicación británica The Mail on Sunday, Brown presentó un escrito con “páginas y páginas de acusaciones”, y durante el rodaje de la última temporada contó con la presencia de su representante personal en set.
Cronograma y contexto
- La temporada 5 de Stranger Things se estrena en tres partes: el primer volumen el 26 de noviembre de 2025, el segundo el 25 de diciembre y el tercero el 31 de diciembre.
- La noticia estalla en un momento clave para la serie, generando inquietud entre los productores y seguidores que habían visto en Eleven y Hopper una relación paternal ficticia de confianza.
Reacciones y repercusiones
La denuncia pone en evidencia que la dinámica fuera de cámara difiere de lo que se ve en pantalla. El hecho ha provocado un amplio debate en redes y medios especializados sobre los límites del trabajo en producciones televisivas de alto nivel.
Netflix, así como los representantes de Brown y Harbour, no han emitido comentarios públicos al respecto.
Mientras tanto, la industria y el público están atentos a cómo este asunto podría afectar el estreno de la temporada final, tanto en términos de producción como de imagen pública.
La presentación de esta denuncia por parte de Millie Bobby Brown marca un giro inesperado para una serie que ha sido sinónimo de éxito global. A pesar del escándalo, la producción sigue adelante, aunque con un manto de incertidumbre sobre lo que ocurre detrás de las cámaras.
Para los seguidores de Stranger Things y para la comunidad artística en general, este suceso plantea preguntas sobre el ambiente laboral en sets, la supervisión de producciones exitosas y las relaciones entre actores que comparten décadas de trabajo.



