La República Dominicana conmemoró el **Día Internacional de Preservación del Patrimonio Audiovisual con una jornada en la que se exhibieron dos películas emblemáticas del pasado fílmico nacional y se realizó un panel en la Cinemateca Dominicana, con la participación de esta institución y del **Departamento de Materiales Especiales del Archivo General de la Nación (AGN).
El panel, integrado por José Enrique Rodríguez, director de la Cinemateca; Vielka Roa, técnica del AGN; y el crítico de cine José Rafael Sosa, concluyó con un llamado a las personas, familias, organizaciones y gremios que conservan piezas audiovisuales de valor patrimonial a donarlas o establecer acuerdos de custodia compartida con los archivos profesionales o con la Cinemateca Nacional.
Los especialistas advirtieron que entre el 70 % y el 90 % del patrimonio visual histórico mundial permanece en manos privadas, y que millones de fotografías, películas y videos continúan dispersos entre coleccionistas, familias o profesionales que los retienen por afecto, sentido de propiedad, interés coleccionista o razones comerciales.
Muchas imágenes históricas dominicanas se encuentran todavía en colecciones de productores, directores, técnicos audiovisuales, herederos de artistas, televisoras, agencias de noticias, iglesias, universidades, instituciones militares y archivos familiares particulares.

El director de la Cinemateca, José Enrique Rodríguez, destacó la importancia de la conmemoración y reflexionó sobre el proceso de fortalecimiento de la Mediateca Arturo Rodríguez, que se ha consolidado como un punto de donación y conservación de materiales audiovisuales —videos, audios, películas, fotografías y documentos— en el país.
Vielka Roa, encargada de los procesos audiovisuales del AGN, explicó las etapas de recepción, clasificación, conservación y servicio público de los materiales que ingresan a la institución.
El crítico José Rafael Sosa definió el patrimonio como “el legado o herencia que se recibe del pasado o que forma parte de un acervo valioso digno de preservarse”, citando la definición de la UNESCO, e hizo un llamado a la donación de documentos audiovisuales en diversos soportes en manos privadas.
Caña Brava y El hijo
Tras el panel, el público disfrutó la proyección de dos joyas del cine dominicano: el cortometraje El hijo de Agliberto Meléndez (1979), protagonizado por Rómulo Rivas, y la coproducción puertorriqueño-dominicana Caña Brava (1965-1966), dirigida por Ramón Pereda.
Rodado en blanco y negro, El hijo es una pieza de gran valor simbólico, basada en un cuento de Horacio Quiroga. Representa uno de los primeros esfuerzos de Meléndez por adaptar narrativas literarias al cine dominicano, conectando con una tradición latinoamericana de diálogo entre literatura y cine. La obra marcó el inicio de su trayectoria como realizador y promotor del cine nacional, que luego se expandiría hacia el documental y el largometraje.
Caña Brava, una película casi perdida y apenas conocida por las nuevas generaciones, fue exhibida en versión deteriorada, pero de notable valor histórico y antropológico. Aunque su calidad técnica es limitada, constituye un testimonio visual de cómo era Santo Domingo entre finales de los años cincuenta e inicios de los sesenta.
Capturas de pantalla de Caña Brava
La película incluye apariciones de figuras como Papa Molina y su Super Orquesta San José, Fernando Casado, Julio César Matías (“Pololo”), Joseíto Mateo, Tony Curiel, Marino Hoepelman y el actor y profesor de actuación Jesús Lizán.
La proyección fue recibida como una verdadera celebración de la memoria audiovisual dominicana.
Significado de la fecha
Cortesía de Video Cine Palau.
El Día Mundial del Patrimonio Audiovisual se celebra cada 27 de octubre, fecha instituida por la UNESCO en 2005 durante su 33.ª Conferencia General. La conmemoración busca concienciar sobre la vulnerabilidad de los documentos de sonido e imagen, y promover su preservación como parte esencial de la memoria e identidad de la humanidad.
La elección del 27 de octubre se relaciona con la Recomendación sobre la Salvaguardia y Conservación de las Imágenes en Movimiento, adoptada en 1980, el primer instrumento internacional dedicado a este tema.
Cada año, la UNESCO impulsa mesas redondas, conferencias y proyecciones para resaltar la importancia de proteger películas, grabaciones y archivos audiovisuales, y reconocer la labor de las instituciones que los custodian.
Asimismo, los Estados deben establecer marcos legales y técnicos que definan qué materiales constituyen patrimonio cultural, qué incentivos pueden ofrecerse a los propietarios privados y qué entidades están autorizadas a recibir y restaurar dichos materiales.
La UNESCO y la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) promueven que cada país cuente con una cinemateca nacional dotada de un programa permanente de rescate. Se fomenta la custodia compartida, mediante la cual el propietario conserva la titularidad del material, mientras la institución resguarda una copia restaurada o digitalizada.
El proceso de recuperación incluye evaluación del estado físico (nitrato, acetato, cinta magnética o soporte digital), restauración técnica y digitalización en formatos de preservación.
También se recomienda crear incentivos y reconocimientos públicos para motivar a coleccionistas y herederos a entregar o permitir la digitalización de sus archivos: desde menciones honoríficas y beneficios fiscales, hasta créditos oficiales, becas o participación en festivales y exposiciones dedicados a los materiales recuperados.



