Los lanzadores dominicanos Emmanuel Clase y Luis Ortiz, de los Guardianes de Cleveland, fueron acusados formalmente el domingo en Nueva York de cargos federales relacionados con apuestas fraudulentas sobre lanzamientos individuales en partidos de las Grandes Ligas de béisbol (MLB).
Los peloteros habían estado suspendidos por la MLB desde julio mientras la liga llevaba a cabo una investigación sobre apuestas deportivas relacionadas con ellos.
Ortiz fue arrestado el domingo en Boston y comparecerá ante el tribunal el lunes, mientras que Clase no se encuentra bajo custodia.
Los fiscales de Brooklyn acusaron a Clase, lanzador cerrador de 27 años, y a Ortiz, lanzador abridor de 26 años, de formar parte de un plan con apostadores corruptos que realizaron apuestas por cientos de miles de dólares en lanzamientos específicos.
Los cargos incluyen conspiración para cometer fraude electrónico, conspiración para cometer fraude electrónico contra la integridad del servicio público, conspiración para influir en competiciones deportivas mediante sobornos y conspiración para el lavado de dinero.
«Los deportistas profesionales, como Luis Leandro Ortiz y Emmanuel Clase de la Cruz, tienen un puesto de confianza, no solo con sus compañeros de equipo y sus ligas profesionales, sino también con los aficionados que creen en el juego limpio», declaró el fiscal federal Joseph Nocella.
«Según la acusación, ellos vendieron esa confianza a los apostadores manipulando los lanzamientos», añadió.
«Cuando la corrupción se infiltra en el deporte, no solo deshonra a los participantes, sino que también daña la confianza pública en una institución que es vital y muy apreciada por todos nosotros», afirmó Nocella.
Este anuncio se produce a dos semanas después de las detenciones a finales de octubre de dos figuras destacadas de la NBA, el escolta de los Miami Heat, Terry Rozier, y el entrenador jefe de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, en una investigación independiente y de gran alcance sobre apuestas ilegales.
Los fiscales en el caso del béisbol dijeron que los lanzadores dominicanos acordaron de antemano con sus cómplices los lanzamientos específicos que realizarían, y los apostadores utilizaron esa información privilegiada para realizar cientos de apuestas fraudulentas.
Clase aceptó participar en el plan alrededor de mayo de 2023 para manipular apuestas sobre lanzamientos específicos, con apuestas sobre la velocidad y el tipo de lanzamientos que realizaría, coordinándose con Clase en ocasiones durante los partidos, según los fiscales.
«Clase a menudo realizaba estos lanzamientos manipulados en el primer lanzamiento de un turno al bate», señala un comunicado de los fiscales. «Para asegurarse de que ciertos lanzamientos fueran declarados bolas, Clase lanzó muchos de ellos al suelo, muy fuera de la zona de strike».
Clase recibió sobornos de los apostadores por la información y, en ocasiones, proporcionó dinero para financiar el plan, según los cargos.
Entre los lanzamientos manipulados se encontraba uno en Nueva York en un partido contra los Mets.
Los fiscales alegaron que Clase hizo que sus cómplices apostadores ganaran al menos 400.000 dólares en apuestas fraudulentas.
– Lanzamientos de junio bajo investigación –
Según las acusaciones, en junio pasado Ortiz se unió a la conspiración, acordando de antemano lanzar bolas en lugar de strikes en ciertos lanzamientos de dos partidos a cambio de sobornos y comisiones ilegales.
Antes de un partido el 15 de junio, Ortiz supuestamente acordó tirar una bola en un lanzamiento específico a cambio de un soborno de 5.000 dólares, mientras que Clase recibió otros 5.000 dólares por organizar el lanzamiento amañado.
Ortiz presuntamente acordó realizar otro lanzamiento amañado el 27 de junio a cambio de 7.000 dólares para él y otros para Clase.
Clase supuestamente retiró 50.000 dólares en efectivo y entregó 15.000 dólares a un cómplice para apostar en el lanzamiento amañado de Ortiz durante el partido del 27 de junio, lo que generó al menos 60.000 dólares en ganancias para los conspiradores.
Cada acusado se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión por conspiración para cometer fraude electrónico, 20 años por conspiración para cometer fraude electrónico contra la integridad de los servicios públicos, cinco años por conspiración para influir en competiciones deportivas mediante soborno y 20 años por el cargo de conspiración para el blanqueo de dinero.



