Santo Domingo, RD – La comunicadora Brenda Sánchez ha cedido ante la presión y la ola de críticas que desató su controversial comentario sobre el presupuesto del empresario Santiago Matías para «La Casa de Alofoke». Tras enfrentar duros ataques de varias figuras del entretenimiento en la República Dominicana, luego de sus declaraciones iniciales en una entrevista con el periodista José Peguero, Sánchez se vio forzada a matizar sus palabras, reconociendo que el tono empleado no fue el más afortunado, aunque defendiendo la esencia de su rechazo.
En un gesto que muchos interpretan como una derrota mediática, Sánchez ofreció disculpas durante su participación en el programa «La Fórmula Radio», un espacio al que acudió precisamente después de que Matías ofreciera su propia respuesta.
«Cuando yo dije que no había dinero humano para yo entrar a La Casa de Alofoke no fue despectivamente, quizás el tono que usé no fue el indicado y ahí le pido disculpas», expresó Sánchez, en un intento por apaciguar el fuego cruzado.
La comunicadora, visiblemente afectada por la controversia, intentó justificar su postura, explicando que su negativa a participar en un reality show no es un desprecio a la producción o al dinero de Matías, sino un reflejo de sus propias limitaciones. «No tengo el carácter, la fuerza ni la disposición para formar parte de un reality», confesó, echando por tierra cualquier expectativa de verla en un formato de telerrealidad.
Brenda Sánchez insistió en que, en efecto, «no hay cantidad económica que la motive a aceptar una propuesta de ese tipo», argumentando que la participación en un reality implica una «gran vulnerabilidad». Este intento de reivindicación, sin embargo, llega en un momento de repliegue, justo después de la respuesta mesurada pero directa de Santiago Matías, quien minutos antes había expresado su respeto por ella en el mismo programa, aunque reconoció que su opinión le «sorprendió» dada la amistad que los une.
Reiterando sus disculpas y buscando cerrar la herida, Sánchez enfatizó el «trato familiar» y el «mucho cariño» que mantiene con el empresario, llegando a afirmar que jamás le cobraría por ningún trabajo. No obstante, la comunicadora dejó un sabor amargo al ratificar de forma categórica su «rechazo» a los programas de telerrealidad, dejando claro que la retractación fue por la forma, pero no por el fondo de su negativa. La polémica, aunque mitigada con disculpas, subraya la incomodidad y el costo que la franqueza puede acarrear en el siempre efervescente mundo del espectáculo dominicano.



