Un nuevo escándalo sacude a la Iglesia Católica en la República Dominicana tras la divulgación de una carta del arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria, en la que se informa de su suspensión administrativa y la delegación de todas sus facultades de gobierno al arzobispo coadjutor recién nombrado. La periodista Altagracia Salazar, desde su espacio, analizó la misiva y su contexto, sugiriendo que la decisión obedece a investigaciones previas del Vaticano.
La carta de Monseñor Ozoria, fechada el 10 de noviembre, explica a la feligresía que la Santa Sede nombró a Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán como arzobispo coadjutor con «facultades especiales» para encargarse de las áreas «administrativas, financieras y del personal eclesiástico». Salazar puntualizó que esto implica que se le retira al titular, Monseñor Osoria, el gobierno de la Arquidiócesis en estos ámbitos, dejándolo virtualmente sin funciones.
La periodista destacó que si bien Monseñor Ozoria (74 años) está cerca de la edad de retiro (75 años), resulta «muy curioso» que su salida del control administrativo se produzca de esta manera. Salazar asoció este movimiento con la existencia de «enemigos» de Ozoria, citando una declaración del propio arzobispo, quien afirmó que sus adversarios «han vencido».
Altagracia Salazar recordó que el Vaticano, bajo la gestión del Papa Francisco, ha dispuesto varias investigaciones en el país en los últimos años, incluyendo una sobre la venta de terrenos del antiguo seminario y otra sobre denuncias de agresión sexual en la provincia de La Vega. La comunicadora trajo a colación un antecedente específico del Monseñor Osoria en diciembre de 2022, cuando tuvo que salir públicamente a negar que su difunto hermano «se hizo rico con la iglesia», revelando que estas acusaciones habían «llegado al Vaticano».
«Eso es lo único que a mí se me ocurre asociar», dijo Salazar, sugiriendo que la remoción de Ozoria del gobierno administrativo podría estar vinculada a la culminación de alguna de estas investigaciones en curso sobre el manejo de los bienes diocesanos, ya que el coadjutor tiene facultades exclusivas sobre la administración del patrimonio.
Salazar también mencionó que esta no es la primera vez que se retira la administración al titular de la Arquidiócesis de Santo Domingo, citando el precedente de Monseñor Octavio Vera Rojas entre 1966 y 1970. No obstante, lamentó que este proceso de cambio se dé en un contexto donde la Iglesia Católica dominicana adolece de una «élite intelectual» y teórica que tuvo en figuras como Monseñor Arnaiz, el Padre Alemán o Monseñor Masalles, lo que dificulta el «trabajo intelectual reflexivo» necesario en el liderazgo.
Finalmente, la periodista concluyó que, evidentemente, a Monseñor Ozoria «no le tocó la puerta grande» para su jubilación, y pasará su último año antes de la edad canónica de retiro en un «segundo plano» administrativo.



