La divulgación global de las primeras imágenes del objeto interestelar 3I/Atlas ha escalado hasta convertirse en una marcada controversia. El doctor Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, reconocido por su enfoque disruptivo a las interpretaciones convencionales, reaccionó con una crítica contundente ante la transmisión oficial emitida por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Contexto de la Divulgación y la Respuesta de la NASA
Tras varias semanas de postergación generadas por el extenso cierre administrativo del Gobierno de los Estados Unidos (del 1 de octubre al 12 de noviembre), la NASA finalmente procedió a la difusión del material gráfico captado el pasado miércoles 19 de noviembre.
El objetivo fundamental de esta transmisión global era dilucidar la naturaleza de 3I/Atlas a partir de las imágenes y las explicaciones de los expertos invitados. La presentación concluyó oficialmente que el objeto interestelar se trata, de manera inequívoca, de un cometa.
No obstante, la calidad de las fotografías expuestas no satisfizo las expectativas del público, el cual manifestó su disconformidad de manera inmediata. Ante estas críticas, la agencia espacial norteamericana ofreció una explicación:
“Los cometas son pequeños, rápidos y difusos, lo que dificulta verlos con claridad. Es como intentar fotografiar una pelota de béisbol desde el otro extremo de un estadio usando diferentes cámaras con ángulos de visión imperfectos”.
La Puesta en Duda de Avi Loeb a la Certeza Oficial
Para el profesor Loeb, las imágenes y las respuestas de la NASA resultan insuficientes. El astrofísico sostiene que la transmisión se limitó a reiterar la tesis de que “es un cometa natural”, omitiendo el reconocimiento de las anomalías que persisten en torno a este visitante interestelar.
“Los representantes de la NASA debieron haber enfatizado lo que desconocemos sobre 3I/Atlas, en lugar de insistir en que se trata de un cometa conocido proveniente de un entorno de formación nuevo”, indicó el doctor Loeb.
El académico cuestiona que la agencia espacial haya evitado reconocer las incógnitas que aún rodean a 3I/Atlas. Insiste en que su apariencia cometaria (la liberación de gas y polvo) no debe ser el factor determinante para descartar otras posibilidades. Incluso, propone la hipótesis de que una estructura artificial recubierta de hielo podría manifestar un comportamiento similar al aproximarse al Sol.
A modo de ilustración, Loeb utiliza la analogía del caballo de Troya: un elemento con una apariencia evidente que, sin embargo, podría encubrir una naturaleza completamente distinta.
Indicios Singulares Desestimados por la Presentación Oficial
Loeb sostiene que la “humildad” debe primar en el científico para aprender de las anomalías, por encima de la “arrogancia” que podría generar la experiencia. En este sentido, subraya dos aspectos singulares que, a su juicio, fueron soslayados durante la presentación oficial:
- La Magnitud del Objeto: 3I/Atlas sería millones de veces más grande que ‘Oumuamua, lo que convierte su detección en una casualidad inverosímil.“Dado el limitado volumen de material en el espacio interestelar, cabría esperar descubrir un millón de objetos con la masa de 1I/`Oumuamua o mil objetos con la masa de 2I/Borisov antes de encontrar un objeto tan masivo como 3I/Atlas, a menos que este raro objeto estuviera dirigido intencionadamente al sistema solar interior”, enfatiza.
- La Trayectoria Inesperada: El recorrido de 3I/Atlas se alinea con el plano orbital del Sistema Solar, una característica que facilitó su observación y que Loeb considera demasiado precisa como para ser un mero accidente cósmico.“Los responsables de la NASA deberían haber reconocido, al menos, esta inesperada fortuna”, afirma.
Críticas a la Imagen HiRISE y el Valor del Material de Aficionados
El astrofísico también expresó su inconformidad con la fotografía capturada por la cámara HiRISE y difundida por la NASA, aduciendo que esta apenas ofreció elementos de análisis significativos.
“En retrospectiva, estas imágenes de astrónomos aficionados son mucho más emocionantes que la imagen HiRISE compartida por los funcionarios de la NASA”, aseveró Loeb, resaltando que el material oficial se encontró muy por debajo del obtenido por la comunidad no profesional.
La crítica se intensificó con las capturas obtenidas por astrónomos aficionados posterior al máximo acercamiento del objeto al Sol, el pasado 29 de octubre, las cuales, según Loeb, ofrecen un panorama más revelador del visitante.
Expectativas Futuras
Se anticipa que surgirán nuevos resultados significativos cuando 3I/Atlas realice su máximo acercamiento a la Tierra, un evento programado para el 19 de diciembre de 2025.
“En las próximas semanas, telescopios terrestres de mayor tamaño, así como los telescopios Hubble y Webb, podrán caracterizar los chorros de 3I/Atlas midiendo su composición, velocidad y tasa de acumulación de masa. Estos datos nos permitirán determinar sin lugar a dudas si los chorros se producen por bolsas de hielo naturales calentadas por la luz solar o por propulsores tecnológicos”, concluyó el doctor Loeb.



