Casi todo el mundo ha experimentado un Déjà Vu: esa extraña sensación de «ya he vivido esto antes», aunque sepas que es imposible. Es un fallo en la Matrix que nos fascina.
Pero, ¿alguna vez te ha pasado lo contrario?
Imagína que estás escribiendo una palabra muy común, como «cuchara». La miras fijamente y, de repente, deja de tener sentido. Las letras parecen desordenadas, el sonido te resulta ajeno y dudas de que esa palabra realmente exista. O quizás entras en tu propia habitación y, por una fracción de segundo, sientes que es un lugar que nunca habías visitado.
Si esto te suena familiar, has experimentado un Jamais Vu.
¿Qué es exactamente el Jamais Vu?
El término proviene del francés y significa literalmente «Nunca Visto».
En psicología, se describe como el fenómeno de no reconocer algo que, racionalmente, sabes que te es familiar. Mientras que el Déjà Vu es una sensación de familiaridad en una situación nueva, el Jamais Vu es una sensación de extrañeza en una situación conocida.
El dato curioso: Los estudios sugieren que el Jamais Vu es menos frecuente que el Déjà Vu, pero puede ser mucho más inquietante porque nos hace dudar momentáneamente de nuestra realidad.
Ejemplos comunes: ¿Te ha pasado esto?
El Jamais Vu puede manifestarse de muchas formas. Estas son las más habituales:
- Saciación Semántica: Es el ejemplo clásico. Ocurre cuando repites una palabra tantas veces (unas 30 veces en un minuto) que pierde su significado y se convierte solo en ruido.
- Desconexión facial: Mirar a un amigo, familiar o pareja y sentir de golpe que estás viendo a un desconocido. Sabes quién es, pero no sientes que lo conoces.
- Lugares extraños: Entrar a tu oficina o caminar por tu calle de siempre y sentir que el entorno es totalmente nuevo u hostil.
- Habilidades olvidadas: Estar conduciendo o tocando un instrumento musical (algo que haces automáticamente) y de repente pensar: «¿Cómo estoy haciendo esto?».
¿Por qué ocurre? La ciencia detrás del fallo
El cerebro es una máquina compleja, pero no perfecta. Los neurólogos creen que el Jamais Vu ocurre por una fatiga temporal en las neuronas.
Para entenderlo, imagina que tu cerebro tiene dos sistemas trabajando a la vez:
- Memoria: Almacena la información («Conozco esta cara»).
- Percepción: Procesa lo que ves en tiempo real.
En un Jamais Vu, la conexión entre estos dos sistemas se retrasa unos milisegundos. Tu cerebro ve la cara, pero la parte que debe gritar «¡Es tu hermano!» se queda cargando, como una página web lenta. El resultado es esa inquietante sensación de desconexión.
¿Debo preocuparme?
En la inmensa mayoría de los casos, el Jamais Vu es inofensivo. Suele estar asociado a:
- Cansancio extremo.
- Estrés o ansiedad elevada.
- Falta de sueño.
Sin embargo, si estos episodios son muy frecuentes o vienen acompañados de otros síntomas (como migrañas fuertes), siempre es recomendable consultar a un especialista, ya que a veces se relaciona con ciertos tipos de auras epilépticas.
A tener en cuenta
El cerebro humano sigue guardando secretos fascinantes. El Jamais Vu es solo un recordatorio de que nuestra percepción de la realidad es frágil y depende de complejos procesos químicos y eléctricos.
La próxima vez que escribas una palabra y te parezca un jeroglífico alienígena, no te asustes. Solo respira, descansa un poco y recuerda: es solo tu cerebro tomando un pequeño descanso.



