Las Águilas Cibaeñas están firmando una de las mejores arrancadas de temporada que se recuerde en la LIDOM. Con un impresionante récord de 22 victorias y solo 5 derrotas, el conjunto amarillo no solo lidera la tabla: domina con autoridad, consistencia y un nivel de juego que huele a campaña memorable.
Este inicio ha encendido la fanaticada, ha devuelto la confianza al club y ha colocado al equipo como el rival a vencer en la temporada 2025-2026.
Una ofensiva que castiga sin piedad
La clave del éxito ha sido una ofensiva firme, disciplinada y oportuna. Los bates aguiluchos están respondiendo en todas las situaciones del juego: con corredores en posición anotadora, con dos outs, y hasta cuando van detrás en el marcador.
El lineup combina poder, contacto y paciencia en el plato. Los bateadores están embasándose con frecuencia, conectando extrabases y remolcando carreras en momentos grandes. Este ritmo ofensivo ha sido fundamental para mantener la ventaja en la mayoría de los encuentros.
Pitcheo estable y un bullpen que cumple
Otro de los pilares del 22-5 ha sido el pitcheo. Los abridores han ofrecido salidas de calidad, manteniendo los juegos cerrados o dejando el terreno listo para que la ofensiva haga su trabajo.
Mientras tanto, el relevo ha lucido sólido. Cuando las Águilas toman ventaja, la defienden con aplomo. El bullpen ha sabido cerrar partidos complicados y ha respondido en los momentos de mayor presión.
Ganar en casa, ganar fuera: la fórmula de un equipo completo
Una de las señales más claras de que este equipo va en serio es su consistencia. Las Águilas están ganando en el Estadio Cibao, en la capital, en San Pedro, en La Romana… no importa el escenario ni el rival.
Juegan con disciplina, energía y concentración. No dependen de un solo jugador ni de un solo departamento: todo el roster está contribuyendo.
¿Un récord para la historia?
Con este ritmo avasallante, ya muchos se preguntan si las Águilas podrían acercarse a una temporada de ensueño, incluso rondando las 40 victorias en serie regular. Aunque todavía falta camino, el equipo ha demostrado que tiene talento, química y enfoque para mantener la intensidad.
La clave ahora será evitar relajarse, seguir jugando juego por juego y aprovechar la profundidad del roster para sostener el vuelo.
El impacto en la fanaticada
En Santiago se respira entusiasmo. La afición siente que este es un año especial, y el ambiente en el Estadio Cibao lo confirma: el “Valle de la Muerte” volvió a retumbar. Este inicio no solo alimenta la esperanza de un campeonato, sino que reaviva la identidad aguilucha.



