El presidente venezolano Nicolás Maduro dijo este jueves que su país lleva «17 semanas de guerra psicológica» desde Estados Unidos, durante un acto en el que llamó a a las Fuerzas Armadas a mantenerse «imperturbables» y «alerta» frente al despliegue militar dispuesto por el gobierno de Donald Trump en el Caribe.
La administración del presidente estadounidense envió en agosto una flotilla militar hacia el Caribe con el argumento de luchar contra el narcotráfico. Caracas asegura que las maniobras enmascaran un plan para derrocar a Maduro.
«Desde hace 17 semanas, fuerzas extranjeras imperialistas amenazan continuamente con alterar la paz del mar Caribe, de Sudamérica y de Venezuela bajo falsos y extravagantes argumentos», dijo el presidente venezolano en un mensaje grabado en el que se dirigió a militares.
«17 semanas de guerras psicológicas, presiones inmorales que, lejos de atemorizar a nuestro pueblo, han despertado una fuerza fabulosa de resistencia, de conciencia nacional», agregó en un discurso televisado por el 105 aniversario de la Aviación militar.
Durante la ceremonia, encabezada por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, también se conmemoraron 33 años de un fallido intento de golpe de Estado.
Padrino López cuestionó la cooperación militar entre Estados Unidos y vecinos del Caribe.
«Gobiernos genuflexos que se prestan para el juego imperialista, para militarizar el Caribe, para hacer el Caribe un mar cerrado para sus intereses», señaló.
República Dominicana autorizó este miércoles la presencia temporal de militares estadounidenses en uno de sus aeropuertos para operaciones antinarcóticos.
Washington ha incrementado la presión contra Maduro, al acusarlo de encabezar el supuesto Cartel de los Soles, a la que declaró organización terrorista esta semana.
Previo al despliegue militar en el Caribe, la justicia estadounidense aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro.
El mandatario venezolano niega los señalamientos y los atribuye a una estrategia para alentar una invasión militar y apoderarse de las cuantiosas reservas petroleras del país.
Fuerzas estadounidenses han bombardeado desde el 2 de septiembre unas 20 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico con un saldo de unos 83 muertos. Venezuela denuncia estos ataques como «ejecuciones extrajudiciales».



