Franklin León, presidente de Cervecería Nacional Dominicana, dio a conocer las metas medioambientales que su empresa pretende alcanzar en los próximos 5 años. Los objetivos son medibles y aplicables para toda la compañía.
La reducción del consumo de agua en un 15.7 % anual por cada hectolitro de producción y la sustituciónde las neveras de la empresa por aparatos ecoamigables forman parte de los objetivos de Cervecería Nacional Dominicana. De igual manera, para 2017, la empresa espera reducir el consumo de energía en un 10% por cada hectolitro producido, de la misma manera que se compromete a seguir protegiendo las fuentes y cuencas acuíferas que abastecen de agua a las principales ciudades del país a través de un Programa de Conservación que auspician desde hace más de una década.
Además de referirse al compromiso de Cervecería Nacional Dominicana con el Medio Ambiente, Franklin León citó las iniciativas más trascendentales de la gestión medioambiental de su compañía: “nuestra ejecución medio ambiental está concentrada en el uso eficiente del agua, cuidado del aire, ahorro de energía, reciclaje y conservación y protección. Entre 2011 y 2012, nuestro índice de consumo de agua se redujo un 12.5%, lo que representó un ahorro de más de 92.3 millones de galones de agua, cantidad de líquido suficiente para abastecer a una comunidad de 906 habitantes durante un año”.
También se refirió como logro positivo de la empresa, el uso del gas natural como combustible para la producción y el programa de revalorización del 95% de los subproductos de los procesos de elaboración, que evitan que vayan al vertedero más de 60,000 toneladas de basura.
Señaló, también, como un punto fuerte de la gestión ambientalla recolección de las botellas, que permite reutilizar el 92% de los envases de vidrio que la empresa coloca en el mercado.
Además de estas iniciativas medioambientales, la Cervecería Nacional Dominicana ejecuta proyectos de educación y concienciación a favor del medio ambiente. Este año, con el soporte del Centro León, inició un programa educativo con estudiantes y maestros de cuatro escuelas de Hato Nuevo, quienes tuvieron la oportunidad de recibir formación ambiental y ecológica. La meta es llegar a más de 10,000 estudiantes y 2,000 profesores de esas comunidades.
Franklin León aprovechó su disertación para enviar un mensaje de concienciación sobre la protección y conservación del entorno: “la tarea permanente de proteger nuestras riquezas naturales es una labor ardua, y como tal, demanda del esfuerzo de todos. Hagámoslo y destapemos con orgullo ante el trabajo bien hecho”.
